En “Estoy en manos de Dios”, se desvelan 40 años de escritos del pontífice durante los ejercicios espiritualesEn el testamento había pedido a Stanislaw Dziwisz que los quemara. Pero su más cercano colaborador decidió presentarlos a la Congregación para las Causas de los Santos, que en cambio examinó con mucha atención los apuntes personales de Karol Wojtyla en vista del proceso de beatificación. Estos apuntes, que revelan la profunda relación entre Juan Pablo II y Dios, desde que era obispo auxiliar y luego arzobispo de Cracovia y, luego Papa, ahora han sido recogidos y publicados en el volumen “Estoy en manos de Dios – Apuntes personales 1962-2003”, editado por la Librería Editrice Vaticana.
Los dos cuadernos
Los apuntes, explica don Jan Machniak en la introducción del volumen, forman parte de dos cuadernos llamados “Agenda 1962” y “Agenda 1985”. El primero era un cuaderno personal de Wojtyla y se remonta principalmente al periodo en que era arzobispo. El otro, en cambio, inicialmente pertenecía al secretario personal del Papa, don Emery Kabongo.
El método de San Ignacio
Los apuntes esencialmente relativos a los ejercicios espirituales del pontífice, eran escritos en polaco, pero de tanto en tanto, Juan Pablo II introducía frases en latín y en italiano, especialmente durante los ejercicios en el Vaticano. El método con el que efectuaba los ejercicios era el de San Ignacio de Loyola: es decir, un orden del día que articula con claridad el tema de las reflexiones y de la lectura espiritual.
Siguiendo al Sumo Pontífice
A través de los escritos privados del Papa, se revela a una persona extremadamente metódica y muy concentrada en la temática espiritual. No filtra ni estados de ánimo, ni emociones, o detalles de los eventos en los que participa. Su atención se concentra sólo en la medida en que el Papa sigue en la vida de todos los días a Cristo, el Sumo Sacerdote.
La Jornada de Wojtyla
La jornada de Wojtyla, durante los ejercicios, era escandida por la santa misa cuya preparación la hacía a través de la meditación matutina. Después de la celebración daba gracias, luego hacía la lectura de la Sagrada Escritura, rezaba las Vísperas y en la tarde practicaba la Ora Santa frente al Santísimo Sacramento. Este modelo, lo mantuvo siempre en los ejercicios espirituales.
La centralidad de María
En los apuntes tiene un papel central también la figura de María. El pontífice subraya más veces la grandeza de la Virgen como Madre del Verbo Encarnado, persona madura en su recorrido de fe, parte integrante del proyecto divino de Salvación. La fuente en la que Juan Pablo II crea su pensamiento es la teología de San Luis María Grignion de Montfort (Tratado de la verdadera devoción a María).
Los ejercicios durante la enfermedad
Cuando la enfermedad se agrava, el Papa inicia a anotar cada vez menos, la grafía se vuelve irregular y sigue vía radio los ejercicios espirituales de la capilla “Redemptoris Mater”. En aquellas circunstancias un fatigado Santo Padre era acompañado por las personas más cercanas con las que había compartido su vida: los familiares y su secretario, Monseñor Stanislaw Dziwisz.