La Arquidiócesis de Rosario, en la Argentina, peregrinó por vigesimoprimera ocasión al santuario de Nuestra Señora del Rosario de San NIcolás.
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Con alegría, cubriéndose con lo que podían de una lluvia que volvió a molestarlos, decenas de miles de rosarinos caminaron el trayecto de 60 kilómetros y más de 15 horas que une su ciudad, ubicada en la provincia de Santa Fe y una de las más importantes de la Argentina, con el Santuario de la Virgen de San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
El temporal detuvo los encuentros del torneo local de fútbol, pero no pudo con la fe de los rosarinos. Incluso siguieron adelante tras pasar por Arroyo Seco, localidad en la que las inclemencias del tiempo los castigó especialmente.
"Junto a María, viviendo la alegría de ser familia" fue el lema de la 21 edición arquidiocesana de esta peregrinación de la Arquidiócesis de Rosario, en la cual los miles de peregrinos caminaron con muy poca visibilidad durante la mayor parte del tiempo. Cubiertos con pilotos y bolsas, con los pies empapados, algunos cargando todo el tiempo imágenes de María y otros con sus niños, pudieron soportar el camino gracias a su inquebrantable fe, y a la solidaridad de las familias que se volcaron a la ruta como apoyo a los peregrinos.
La imagen de la Virgen arribó al santuario de San Nicolás a las 6.30 de la mañana del domingo, tras salir a las 15 desde Rosario el día anterior. Según reportó la prensa local citando a los organizadores, unas 150 mil personas se habían congregado para el punto de largada de esta piadosa manifestación de religiosidad popular.
En general, los peregrinos son “recurrentes”. Algunos estuvieron en todas, o en casi todas las peregrinaciones diocesanas. Otros no han arribado en todas las ocasiones, pero sí son frecuentes peregrinos del santuario.
El temporal fue mermando la cantidad pero fueron muchos los que a las 7.30 participaron de la Misa presidida por primera vez por monseñor Eduardo Martín, nuevo Arzobispo de Rosario. Concelebró el obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Héctor Cardelli, y los sacerdotes que acompañaron la peregrinación. Es la primera vez, además, que la peregrinación culmina en el templo ya formalmente inaugurado, ya que recién este 25 de mayo, como informó oportunamente Aleteia (http://www.aleteia.org/es/religion/articulo/se-inaugurara-santuario-a-la-virgen-de-san-nicolas-en-la-argentina-5802459091959808) fue inaugurado en su totalidad tras 28 años de obras y peregrinaciones a la imagen que en su interior guarda. En su homilía, monseñor Martín se refirió al lugar de María en la Iglesia y en la fe del cristiano, y comparó la peregrinación realizada por los fieles con la vida cotidiana, según indicó la agencia AICA.
El origen de la devoción
La historia de esta devoción se remonta a 1983, cuando varios rosarios en varias casas de San Nicolás, humilde localidad del norte bonoaerense, se iluminaron misteriosamente. El 25 de septiembre de ese año, la Virgen María se apareció a una piadosa madre de familia llamada Gladys, quien había intensificado sus oraciones ante el signo de los rosarios. La Virgen le pidió a esta mujer, que siempre se ha puesto a disposición de la Iglesia y nunca ha abandonado su bajo perfil, que busque una imagen de María del Rosario que había sido bendecida por un Papa y estaba olvidada en un templo. La imagen fue hallada en el campanario de la Catedral, y se trataba de una imagen de María con el niño en brazos que había sido bendecida por León XIII.
Tras una investigación de los hechos y de los mensajes revelados a esta mujer, y con la asistencia de una comisión de investigación, el obispo de entonces monseñor Domingo Castaña aprobó la ortodoxia de los mensajes, indicó la edificación del templo, y acompañó la devoción estableciendo las reglas necesarias. Sus sucesores han seguido el mismo camino, confirmando que este acontecimiento se ha dado siempre en el “seno de la Iglesia”.
Año a año, las peregrinaciones a pie, caballo, o transporte motorizado desde distintos puntos del país han ido confirmando a San Nicolás como uno de los puntos más importantes de la religiosidad popular argentina.