Este sábado y gracias al periódico “El Mundo” conocíamos que, posiblemente, la modificación de la ley del aborto no verá la luz por cuestiones de rendimiento electoral. La reforma, que era una de sus promesas electorales estrella, lleva tiempo siendo cuestionada dentro del partido. No se plantean si el embrión es o no una vida, no se cuestionan la necesidad del apoyo a la mujer embarazada. Lo único que importa en la sede del Partido es el rendimiento electoral de la medida.
La política de las mayorías
Que la vida política se maneja a través de encuestas no es nada nuevo. En el Partido Popular, actual partido en el gobierno en España lo tienen muy claro. Su gran ideólogo, Pedro Arriola maneja y “cocina” los resortes para evitar que cualquier movimiento pueda desestabilizar su caudal de votos.
El “gurú” ha hablado y según los informes, el Partido Popular perdería votos con esta modificación de la actual ley del aborto que, siendo una ley de plazos, abrió la posibilidad del aborto sin ningún tipo de condicionante o situación. Poco importa la vida en estos casos y ningún miembro del gobierno ha ofrecido una respuesta a la información publicada estos días. Todos miran para otro lado a la espera de un posicionamiento oficial del partido y del gobierno.
Falsa propuesta electoral
La situación no es nueva. "Cambiaremos el modelo de la actual legislación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores". Con esta afirmación en el programa electoral, Mariano Rajoy concurría a las elecciones que se celebraron el 20 de noviembre de 2011. Una medida que les supuso el apoyo de muchos defensores de la vida.
Pero la afirmación electoralista esta siendo una propuesta “envenenada”, que marca la posición de la legislatura en cuanto a temas sociales y que está poniendo de manifiesto que los verdaderos defensores de la vida dentro del PP son muy pocos.
Globos sonda en la cuestión del aborto
Tres años después el Partido Popular y el gobierno de Mariano Rajoy sigue jugando a “deshojar la margarita” y dependiendo de las circunstancias aceleran, retrasan, suspenden o vuelven a trabajar en el anteproyecto de modificación de esta ley. Son los llamados “globos sonda”, con los que los medidores de encuestas analizan las repercusiones en las urnas.
El 5 de Marzo de 2012, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón anunciaba en el Senado la presentación de un texto de reforma para finales del año 2012. Será la primera de las promesas del Ministro de Justicia que acaben incumplidas.
Volvería a repetirlo en julio de 2013: “Con autorización de la Vicepresidenta, le puedo decir que, con este calendario que hemos dicho, yo creo que en los próximos tres meses, en el próximo trimestre, ya se aprobará el Anteproyecto”; en Septiembre de 2013: “En octubre se aprobará la nueva ley del aborto y no daremos ningún bandazo” y en Octubre de 2013: “Si no es en el mes de octubre será en cuestión de semanas que el proyecto de ley del aborto sea aprobado por el Consejo de Ministros”.
Sensibilidades en el Partido Popular
Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia ha expresado en numerosas ocasiones que la reforma del aborto es una prioridad para su ministerio y su defensa de la vida le ha costado infinidad de “sinsabores” políticos.
Criticado por muchos sectores sociales, consiguió finalmente introducir el borrador en el Consejo de Ministros y ya han sido muchísimas las ocasiones en las que ha tenido que anunciar nuevos retrasos en la presentación. Un gasto personal y político estéril si es que finalmente la reforma no se lleva a cabo.
Político de raza y con una gran personalidad, finalmente será “el fuego amigo” quien terminará por derrotar su reforma. Nunca fue apoyado al 100% dentro de su partido y dos de las mujeres con más peso en la política del Partido Popular, Soraya Saénz de Santamaría, (vicepresidenta del gobierno) y María Dolores de Cospedal (secretaria general) se han mostrado contrarias a la reforma en varias ocasiones. Ahora, las presuntas encuestas del “gurú” Arriola podrían darle “la puntilla”.
Traicionado por los suyos, Alberto Ruiz Gallardón vive en la disyuntiva de aceptar la derrota y traicionar sus principios o presentar su dimisión (ya anunciada por varios medios de comunicación).
La Vida y los católicos, huérfanos en la política española
A la espera de la decisión final por parte del gobierno, los grandes perjudicados son aquellos ciudadanos que, con su voto, decidieron apoyar al PP, pensando en una futura derogación de la ley. El marco electoral en España propugna al Partido Popular como el único partido mayoritario que defiende la vida. Con estos últimos acontecimientos esta “aparente” defensa parece terminar convirtiéndose en una farsa.
Los obispos españoles ya han comenzado a mostrar su indignación ante esta posibilidad. “Con la vida no se juega, es un regalo de Dios”, afirma el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y futuro arzobispo de Madrid: “La posibilidad nunca es la muerte, sino la vida. Eso no es de humanos, nadie puede defender que se juegue con la vida. El horizonte siempre tienen que ser dar posibilidades de vida y no ir a los horizontes de muerte".
Y no es la primera vez que los obispos ponen “el grito en el cielo” ante esta situación. El obispo de Alcalá de Henares, ya alertaba en Aleteia de cómo el PP estaba haciendo fraude a sus votantes al no derogar la ley del aborto.
Un fraude que ahora también denuncia el portavoz del episcopado, José María Gil Tamayo: "Los compromisos electorales plasmados en un programa hay que cumplirlos para orientación de los votantes”. “Si hoy cuesta sacar adelante una ley que tutele un poco más la defensa de la vida humana desde el momento de la concepción es que algo está pasando y tenemos un déficit de humanidad en la sociedad".
Poca repercusión de los movimientos sociales: ¿Dónde están los defensores de la vida?
Si en política los defensores de la vida se encuentran huérfanos, dentro de los colectivos sociales son pocos, muy pocos los que se atrevan a abanderar esta defensa y muchos de ellos, como el Foro de la Familia, HazteOir o Derecho a Vivir sienten la decisión del PP como una traición, ya que durante años han sido sus “valedores” en las manifestaciones sociales de apoyo a sus políticas. Vistas las encuestas, el PP decide que yo no les son útiles a sus intereses. También han sido traicionados.
No se van a quedar quietos. A partir del viernes 19 de septiembre comenzarán a manifestarse por toda España, con una manifestación final el día 21 de septiembre. Mostrarán su disconformidad con la postura del gobierno, pero su posición ideología a la “derecha” y su afinidad ideológica con el PP hacen que no muchos ciudadanos quieren apoyar estas reivindicaciones.
Es el problema de la politización de la defensa de la Vida, que ha despreciado un posible movimiento transversal, cultural, filosófico o médico sobre el tema a favor de la presión política o mediática.
Porque son muchos los médicos que se muestran contrarios al aborto, pero luego ninguno se incluye en los listados para acogerse a una objeción de conciencia; son muchos los filósofos, escritores o importantes personalidades del mundo de la cultura que, ajenos al PP o a posiciones católicas, defienden la vida y sin embargo no quieren ser señalados. Está todo muy politizado.
La ideologización del tema del aborto propugnada por los dos partidos mayoritarios (a favor y en contra) ha propiciado que una cuestión tan fundamental como el tema de la vida quede a merced de encuestas y de votos.
Los que están a favor del aborto lo tienen claro: Con el viento en contra y pese a quien le pese. Los que están en contra dudan y solo lo apoyan con el viento a favor. Finalmente son estas encuestas las que marcan su ideología. El resultado es demoledor: ¿Qué la vida no vende, ni da votos? Pues no habrá reforma de la ley del aborto.
Hoy celebramos a...