Son 253 participantes los que se reunirán desde el 05 al 19 de octubre para reflexionar y evaluar los desafíos pastorales que en la actualidad presenta el trabajo evangelizador con las familias. Esta Tercera Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos contará con la participación de 191 Padres Sinodales y 62 expertos y auditores.
Desde ya toda la Iglesia reza por los preparativos y para que los participantes estén abiertos a la acción del Espíritu Santo que permita renovar el trabajo pastoral con las “iglesias domésticas”, las familias.
Latinoamérica se pone en camino
El pasado mes de agosto, el CELAM realizó en Panamá un Congreso de preparación con el objetivo de tener un espacio para profundizar los principales desafíos que tiene la Pastoral Familiar en el continente latinoamericano. Monseñor Carlos Aguiar, Arzobispo de México y Presidente del CELAM, declaró a ACIPRENSA: “Lo fundamental es la crisis que atraviesa la familia en el contexto de hoy”. Más adelante dijo: “La solución a la crisis que vive la familia tiene que ser integral”.
Es la preocupación de las Iglesias de nuestro continente que se ha visto manifestada en la participación activa de los distintos agentes pastorales invitados a este Congreso.
Colombia apuesta por una renovación familiar
El Presbítero Gilberto Gómez, investigador docente del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la Universidad Pontificia Bolivariana de la ciudad de Medellín, fue uno de los 42 delegados colombianos que participó en el Congreso realizado en Panamá. Así mismo, participó en la confección de los documentos preparatorios para este evento.
El Padre Gómez nos comparte que sus expectativas con la realización del próximo Sínodo son que nos ayuden “a convencernos más de la importancia de la familia y del matrimonio para lograr una sociedad más sana y mejor integrada, y que todos tenemos algo que hacer en esta renovación familiar.”
Entre los desafíos que se presentan en la Pastoral Familiar de este país encontramos una cultura que se opone al matrimonio. Y el Padre Gómez al respecto dice: “Me da la impresión de que la cultura anti-matrimonial es parte del proceso globalizante de la época actual y que se caracteriza por una fuerte tendencia egolátrica y que afecta por igual a varones y mujeres y los lleva a darle prioridad absoluta a los logros individuales por encima de las conductas que valoran la solidaridad, la búsqueda del bien común, etc. Por esta razón se rechaza el matrimonio indisoluble (muchos divorcios y pocos matrimonios), el compromiso de larga duración, la generosidad, el desprendimiento de sí mismo, y se valora mucho el triunfo fácil, la tecnología que distrae y las modas erráticas.”
Por otro lado, el Padre Gilberto señala también otros retos importantes que tenemos los agentes pastorales en Colombia: “a) que la gente entienda y reaccione que estamos en una emergencia de natalidad que va a traer muchos problemas y que las parejas jóvenes se concienticen de que en ellas reside la responsabilidad de que se repueble el mundo en condiciones favorables y b) que las parejas entiendan la importancia de ponerle calidad al matrimonio y a la familia. Esto significa vivir el plan de Dios.”
Finalmente, el Padre Gilberto Gómez considera que el mejor aporte del Sínodo sobre la familia para la Iglesia en Colombia “será ponernos a pensar a todos sobre nuestra responsabilidad de contribuir a tener mejores matrimonios y mejores familias.
Hoy celebramos a...