El cardenal Veglió se solidariza con el obispo de Tabasco y sus colaboradores: la misa se celebró sólo del lado guatemalteco
El pasado 25 de agosto, elementos de aduanas con el respaldo de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, trataron de impedir que el obispo de Tabasco, monseñor Gerardo de Jesús Rojas López, y al director de “La 72”, Hogar Refugio Para Personas Migrantes, Fray Tomas González Castillo, oficiaron en El Ceibo, en la línea fronteriza de Tenosique con El Petén, Guatemala, una misa en apoyo a los migrantes.
En principio, la santa Misa en apoyo al dolor y a la pérdida de tantos migrantes centroamericanos que han pasado por esta línea (cerca de 250 mil cada año) en busca de mejores oportunidades de vida en Estados Unidos, estaba programada para llevarse a cabo en la línea fronteriza del lado mexicano, pero ante la actitud de los elementos de Aduanas y del INM, de que “no había permiso para hacerlo” y “se obstruía el paso de personas”, se llevó a cabo del lado de Guatemala.
Fray Tomas González Castillo calificó de “muy lamentable” la actitud de los funcionarios de aduanas y de los agentes del INM de México, quienes amenazaron con solicitar helicópteros para desalojar a los migrantes y a quienes participaron en la misa. El padre González Castillo, alma de “La 72” dijo a los medios locales de comunicación que tuvieron que hablar con personal de la línea fronteriza de Guatemala, quienes les autorizaron la celebración de la Misa en ese lado inclinado a territorio guatemalteco, a un costado de la carretera. En la Misa participaron cerca de cien personas, entre sacerdotes de Tabasco y Guatemala, y migrantes de Honduras, El Salvador, guatemaltecos y otros países.
Apoyo del Vaticano
Por este motivo, el presidente del Pontificio consejo de la pastoral para los migrantes e itinerantes, cardenal Antonio María Veglió, envió una carta al obispo de Tabasco, lamentando los hechos. En su misiva, el cardenal Veglió afirma que como la iniciativa “tenía un carácter profundamente pastoral”, deseaba expresarle la cercanía espiritual del Consejo, que es la voz de la Santa Sede para extender a todas las áreas del mundo afectadas por los flujos migratorios el llamamiento del Papa Francisco a no resignarse a la “globalización de la indiferencia”.
“En este escenario, afirma el cardenal Veglió en su carta al obispo de Tabasco, la tarea de la Iglesia es cada vez más difícil, pero no se detiene y no se asusta. También nosotros nos unimos a la voz del Santo Padre para lanzar un apremiante llamamiento a las instituciones nacionales, a las internacionales y todos los creyentes para que se intensifiques las iniciativas de oración para encontrar los caminos justos que conduzcan a la convivencia pacífica de los pueblos; invitamos al diálogo y a la negociación para detener a los violentos y a los agresores; solicitamos la apertura de canales humanitarios para facilitar la ayuda a los refugiados y, en definitiva, recomendamos la adopción de normativas adecuadas, locales y supranacionales, que regulen los flujos migratorios en el respeto y en la promoción de la dignidad humana de los individuos y de los miembros de sus familias”.
El cardenal Veglió termino manifestando todo su apoyo a los esfuerzos del obispo de Tabasco (diócesis en la que se habla de hasta 20 mil secuestros de migrantes en las dos últimas décadas), de sus colaboradores y “de todas las personas de buena voluntad que no están dispuestos a permanecer ciegas y mudas ante las tragedias que lamentablemente afectan a nuestro tiempo”.