El derecho de la Iglesia prescribe que para que sea válido un matrimonio debe de tener tres elementos básicos: el consentimiento, la bendición e intercambio de los anillos, y la bendición nupcial
De todos los sacramentos de la Iglesia Católica, el que tiene más flexibilidad y opciones para su celebración y validez es el sacramento del matrimonio. El derecho de la Iglesia prescribe que para que sea válido un matrimonio debe de tener tres elementos básicos: el consentimiento, la bendición e intercambio de los anillos, y la bendición nupcial.
Los demás símbolos se pueden incluir o excluir dependiendo de las circunstancias y el gusto de los novios, como lo son las arras, el lazo, libro y rosario, el ramo de flores para la Virgen, el velo, etc. Otra opción para la celebración del matrimonio es realizarlo dentro o fuera de la Misa, y en el caso de un matrimonio entre una persona católica y una no bautizada, la ceremonia se celebra fuera de la Misa.
El Intercambio de las Arras
Antes de la introducción de los anillos en la celebración del matrimonio en España por el rito romano sólo existían las arras como signo de intercambio de promesas. Una vez que las arras se reemplazaron por los anillos, estas quedaron en el rito como signo de ayuda mutua entre los nuevos esposos. En el pasado ha sido una constante que el marido trabaje fuera del hogar y sea el proveedor financiero de la familia, y la mujer tradicionalmente ha sido la que trabaja en el hogar y la que ha cuidado de que los bienes del hogar sean bien administrados. Por lo tanto el rito de las entrega de las arras consiste en lo siguiente: el esposo toma las arras del celebrante y las entrega a la esposa diciendo:
N. recibe también estas arras:
son prenda del cuidado que tendré
de que no falte lo necesario
en nuestro hogar.
La esposa contesta recibiendo las arras:
Yo las recibo
en señal del cuidado que tendré
de que todo se aproveche
en nuestro hogar.
En el presente, entre los hogares hispanos en los Estados Unidos, es cada día más común que el marido y la mujer trabajen fuera del hogar para contribuir los dos al mantenimiento económico del hogar. De esta manera el formulario de arriba podría quedar obsoleto ya que no expresaría la realidad de la familia actual. Por lo tanto el libro Don y Promesa hace varias sugerencias para adaptar este rito a las circunstancias presentes. Una posibilidad es que la entrega de las arras sea mutua:
El novio entrega las arras a la novia diciendo: N. “Estas arras te doy en señal de matrimonio”.
La novia responde: “Yo las recibo”.
Luego en viceversa se repite el rito, la novia entrega las arras y el novio las recibe.
La otra sugerencia es que el novio entregue las arras después de haberlas recibido del celebrante diciendo: “Recibe estas arras como prenda del esfuerzo que haremos para vivir sencillamente en imitación de Cristo y del Evangelio”.
La novia dice: “Las recibo como señal del cuidado que tendremos de que nuestros bienes se compartan con los más pobres que encontremos por el camino”( Véase, Gomez, Raúl, Lucatero, Heliodoro y Sánchez, Sylvia. Don y Promesa: Costumbres y tradiciones en los ritos matrimoniales hispanos. Segunda Edición. Instituto Nacional Hispano de Liturgia y Oregon Catholic Press: Pórtland, 2005, pp. 12-4.)
El Lazo
El lazo simboliza en la nueva pareja la unión indisoluble del matrimonio y tiene sus orígenes en la antigüedad y la Edad Media. El lazo es descrito por San Isidoro de Sevilla como una guirnalda de color blanco y púrpura que se coloca sobre los hombros de los novios; el blanco simbolizando la pureza del matrimonio y el púrpura la sangre de la futura generación. (Véase, Searle, Mark and Stevenson, Kenneth. Documents of the Marriage Liturgy. Collegeville, MN: The Liturgical Press, A Pueblo Book, 1992, p. 125.)
Hace años el lazo más común era una guirnalda de azares con dos círculos unidos por una cruz, pero ahora es más común dos guirnaldas en forma de rosario, también, unidas por una cruzo crucifijo. El lazo se coloca comúnmente después del rito del matrimonio y una vez que los novios se pongan de rodillas. En Cuba y Puerto Rico, en lugar del lazo, se acostumbra la mantilla que se coloca sobre los hombros de los novios, también, en señal de unión.
Libro y Rosario
En los Estados Unidos los hispanos de origen mexicano tienen la costumbre de entregar a los novios, después del intercambio de anillos y arras, el libro y el rosario, que simbolizan la vida de oración de los nuevos esposos. El libro suele ser un tipo de misal pequeño; aunque hoy día se acostumbra más darles una Biblia ya que el misal no se usa más. Sin embargo se invita cada día más a que las familias tengan en su hogar las Sagradas Escrituras para que lean con frecuencia la Palabra de Dios en familia.
El Ramo de Flores para la Virgen
En la Sagrada Familia, la Virgen María se nos presenta como modelo de esposa y madre; de ahí que exista la costumbre de que los nuevos esposos presenten a la Virgen un ramo de flores, no solamente para reconocerla como modelo de esposa y madre, sino también como intercesora del bienestar y éxito de la nueva pareja de esposos.