El Obispo de Roma recibe al ex ministro pakistaní Paul Bhatti y a su madre
Tras la Audiencia General del miércoles, el Papa Francisco recibió al ex ministro pakistaní Paul Bhatti y a su madre.
“Para mí ha sido muy emocionante, no sólo por haber visto al Santo Padre, que lo he visto ya otras veces, sino por haberlo visto con mi madre”, declara Bhatti, que perdió a su hermano Shahbaz, asesinado por integristas musulmanes.
La señora Bhatti estaba deseando poder compartir con el Papa algunos de sus pensamientos, reveló su hijo.
“Su primer pensamiento es que ella quiere rezar por este Papa, que está haciendo un grandísimo trabajo por todos los cristianos del mundo, especialmente por los cristianos que están siendo perseguidos en este momento, especialmente en Irak y en Pakistán”, explicó.
“Ella ha compartido este sentimiento suyo, pidiéndome que le tradujese –continuó Paul Bhatti-. Yo le dije al Santo Padre que mi madre reza por él y que lo invita a Pakistán, a pesar de lo difícil que es la situación de los cristianos; ella lo sabe, y aunque sea complicado es esta su petición”.
“Los cristianos son sus hijos y creo que un padre, en momentos difíciles, debe acordarse de ellos. He visto al Santo Padre conmovido; he visto que no tenía palabras y ha abrazado a mi madre, le ha estrechado la mano y me ha dicho que él está cerca y que rezará por nosotros”, añadió.
¿Cuáles son las palabras que más les han llegado del Papa Francisco y de su cercanía a los cristianos perseguidos, pensando también en su hermano?
Más que sus palabras, me ha llegado su expresión. Cuando le he dicho esto, en un momento dado ha cerrado los ojos, ha estrechado la mano de mi madre y la ha abrazado. Esto lo ha dicho todo.
Después le ha dicho: “Estoy con vosotros, ¡Dios os bendiga!”. He visto que él también se había conmovido. Este ha sido un momento muy fuerte para nosotros.
Conozco al Papa, y lo que ha transmitido, en silencio, ha sido un sentimiento de un amor muy grande. Después, claramente, ha dicho: “rezo por vosotros, estoy con vosotros y aquí estoy para todo lo que pueda hacer”.
Respecto a los cristianos perseguidos, usted conoce bien obviamente la situación en Pakistán, pero también la de Irak, ¿qué importancia tiene esta cercanía del Papa Francisco a los cristianos perseguidos, cómo usted decía?
Creo que es una de las cosas más importantes, porque están perseguidos a causa de su fe. Y la fe es algo que nos vincula a todos, nos une a todos. La madre Iglesia es una sola y el Papa Francisco es, digamos, la fuerza suprema. Por tanto su cercanía, su amor y su oración son de gran ayuda para todos.
Nosotros, de hecho, vivimos por nuestra fe y por esto muchos de nosotros están dispuestos a vivir y a morir por nuestra fe, Tener, por tanto, esta cercanía y sentir esta seguridad es claramente un momento de gran consuelo.
¿Qué nos puede decir en especial a todos los que sufren en Pakistán, especialmente Asia Bibi, a los que están en la cárcel, también por motivos de fe en Pakistán?
Nosotros no podemos olvidar a los que están sufriendo a causa de su fe, ya sea Asia Bibi u otros muchos.
También deseamos que Dios nos ayude a traer la paz y la convivencia pacífica entre las otras religiones. No podemos olvidarnos tampoco de las figuras pertenecientes a otras religiones (por ejemplo la musulmana, como Salmaan Taseer, que ha luchado por los cristianos, sabiendo que sería amenazado de muerte por la defensa de Asia Bibi, y aun así lo aceptó.
Hay que acordarse siempre. Y la esperanza es que en un futuro, manteniendo las distintas confesiones, se pueda traer paz y una convivencia pacífica al mundo.
Y para destacar que esto no es una guerra entre cristianos y musulmanes, una “guerra de religiones”, recordemos también cómo Juan Pablo II durante la I y II guerra del Golfo, advirtió contra este peligro, esta tentación.
Sí, exacto y nosotros creemos en esto y tenemos una gran esperanza de que hay personas sensibles, también de fe musulmana, que creen en la dignidad del hombre, en la paz y en el amor.
Esto nos deja la esperanza de que algún día se puedan superar los obstáculos que se han creado mediante la discriminación, la división y, como el Papa ha dicho este miércoles, que son opuestos al diálogo, que dividen, que se traducen en odio entre las distintas religiones y entre los hombres, también entre los mismos cristianos.
Obviamente de este encuentro usted encuentra una nueva fuerza y un nuevo empuje en su compromiso por los cristianos, pero también por el resto de minorías…
Seguramente. Diría que antes que nada encuentro la fuerza para mí mismo, porque esta fuerza es también la de la gente que te rodea. Me acuerdo de aquella vez, hace dos años, cuando estuve ante el Santo Padre en la Jornada de los movimientos y sentí la cercanía de todo el pueblo italiano, que lo demostró con sus aplausos, y sus sentimientos, cuando di mi testimonio y hablé de mi hermano en Pakistán. Fue un gran momento y hoy lo he revivido de nuevo.