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¿Puede una simple familia hacer algo por el drama de la inmigración? Los Catrambone están convencidos de que pueden ser útiles para evitar tragedias como la de los 366 fallecidos en Lampedusa intentando llegar a las cosas italianas, que les conmovió profundamente mientras disfrutaban de un crucero por el Mediterráneo en octubre de 2013.
Regina y Christopher Catrambone han comprado un barco y dos drones que desde este mes de agosto vigila las costas de Malta para buscar barcos con personas en dificultades, segúnLainformacion.com.
«La gente estaba muriendo en el mar: estaban muriendo porque los barcos tardan demasiado en llegar, se mueren de deshidratación, se mueren por las explosiones en los barcos», denuncia Regina Catrambone.
«Podíamos haber comprado un bonito yate de lujo con este dinero, pero decidimos no hacerlo, porque creemos que la vida de las personas que mueren en el mar es más importante», explica.
El barco, en el que viaja un equipo de expertos técnicos y médicos, lleva dos lanchas, y servirá de apoyo a la operación Mare Nostrum, que está ayudando a rebajar el número de muertes en alta mar.
Menos espectacular, pero muy destacada es la aportación realiza la familia anónima que tiene acogida temporalmente en su hogar a Fátima, la pequeña de 11 meses que llegó la semana pasada a Tarifa (España) sin sus padres, junto a otras diez personas en una barca hinchable.
Preservando su intimidad, esta familia, coordinada con la Junta de Andalucía, está proporcionando todo lo necesario al bebé, al que los voluntarios llamaron inicialmente “Princesa”, hasta que pueda reunirse con sus padres, dos africanos indocumentados en Marruecos que, a causa de un forcejeo con la policía, no lograron acompañarla en su viaje tal y como tenían previsto.
Además de estos casos singulares, millones de familias están aportando de muy diversas maneras su granito de arena en el acompañamiento y asistencia a los migrantes. ¿Y la tuya?