En un video mensaje para los fieles de Corea, el Pontífice habló de su preocupación por el futuro de los jóvenes, la herencia de los mártires en el país y del papel de los ancianos como custodios de fe“Los jóvenes son portadores de esperanza y energía para el futuro; pero son víctimas también de la crisis moral y espiritual de nuestro tiempo. Por esto quisiera anunciar a ellos y a todos, el único nombre por el cual podemos ser salvados: Jesús, el Señor”, afirmó el Papa Francisco en un video mensaje transmitido por KBS con motivo de su inminente viaje a Corea del Sur del 14 al 18 de agosto.
“Queridos hermanos y hermanas. En pocos días, con la ayuda de Dios, estaré en medio de ustedes, en Corea. Les agradezco desde ahora por la acogida y les invito a orar conmigo, para que este viaje apostólico traiga buenos frutos para la Iglesia y para la sociedad coreana” dijo ante las cámaras.
En el contexto de su participación a la 6a. Jornada de la Juventud Asiática dijo: “Juventud de Asia, Levántate! La gloria de los mártires brilla sobre ti”. La luz de Cristo resucitado brilla como un espejo en los testimonios de Paul Yun Ji-chung y de 123 compañeros, todos mártires de la fe, que proclamaré beatos el próximo 16 de agosto en Seúl”.
“Levántate, resplandece!”: con estas palabras, el profeta se dirigió a Jerusalén, yo me dirijo a ustedes. Es el Señor que les invita a acoger su luz, acogerla en el corazón para reflejarla en una vida llena de fe, de esperanza y de amor, plena de la gloria del Evangelio” confirmó.
Por último, el Papa Francisco habló del papel de los ancianos como custodios de fe. “Queridos hermanos y hermanas coreanas, la fe en Cristo ha puesto raíces profundas en sus tierras y ha traído frutos abundantes. Los ancianos son los custodios de esta herencia: sin ellos los jóvenes hubieran sido privados de la memoria.
El encuentro entre los ancianos y los jóvenes es garantía del camino del pueblo. Y la Iglesia es la gran familia en la cual todos somos hermanos en Cristo. En su nombre vengo a ustedes, con la alegría de compartir con ustedes el Evangelio del amor y de la esperanza” concluyó el Papa bendiciendo a los espectadores.