Los terroristas representan una amenaza también para los propios musulmanes
El patriarca de Babilonia de los caldeos, monseñor Louis Raphael I Sako, ha enviado una mensaje al papa Francisco, a los patriarcas de Oriente y a los presidentes de las Conferencias episcopales. En un contexto como el de Irak, en el que los cristianos se ven obligados a huir de sus casas (en Mosul y otras ciudades del norte, como la llanura de Nínive, Sinjar, Telkef, Batnaya, Telleskuf), el patriarca se ha dirigido a las potencias internacionales.
En la carta, a la que ha tenido acceso AsiaNews y Ayuda a la Iglesia Necesitada, el patriarca les pide "liberarse de los egoísmos personales" y unirse para alcanzar una "solución política y pacífica" que sea capaz, por sí sola, de poner fin a los conflictos. Estas potencias -que monseñor Sako no nombra directamente- deben "ejercitar vigorosamente su presión" hacia los que "apoyan a nivel económico" y crean "lazos militares" con los islamistas. El objetivo, indica, es "cortar de raíz las fuente de violencia y de radicalización".
Las palabras del patriarca se dirigen también al mundo islámico, cuya falta de una "toma de posición firme" en lo relacionado con el movimiento terrorista hace que monseñor Sako esté "conmocionado e indignado". El patriarca observa que los terroristas representan "una amenaza también para los propios musulmanes". Amenaza que "una colaboración entre gobierno central y el de la región kurda" podría interceptar. Por esto, el patriarca subraya con decepción la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en tal sentido así como "la falta de formación" de un nuevo ejecutivo".
Finalmente, monseñor Sako lanza un llamamiento "a todos nuestros hermanos y hermanas del mundo", para que sean "realmente solidarios" en este difícil momento mediante "una comunión del corazón y en la oración".
Ayer, día de la Transfiguración, se celebró la jornada de oración por la paz en Irak, promovida por Ayuda a la Iglesia Necesitada junto al patriarca Raphael Louis Sako. "Con los cristianos iraquíes me uno a los que tenderán las manos al Señor invocando la paz en Irak. Unimos nuestros corazones y nuestras voces delante del Señor", señalaba el patriarca en la invocación por la paz escrita por él para esta ocasión.