Irak : la minoría Yezidi amenazada de exterminio por los islamistas

Nadie les apoya, no construyen ningún Estado, no tienen hermanos ni hermanas en el mundo que recen por ellos. La minoría Yezidi, que cuenta con unas 700.000 en Mesopotamia, en los confines de Siria e Irak, sufre sola, pues los yihadistas del ISIL parecen haber vuelto su locura hacia ellos. En la religión Yezidi, una religión preislámica y en parte procedente del zoroastrismo, el diablo se considera como jefe de los ángeles y se le representa bajo la apariencia de un pavo real. Los yihadistas los consideran por ello como adoradores del diablo.

En estos momentos, la toma de Sinjar por los soldados del ISIL ha arrojado a 200.000 personas a las carreteras. Mientras que las fuerzas gubernamentales y las fuerzas kurdas parecen retomar la ofensiva, UNICEF ha anunciado el 5 de agosto la muerte de 40 niños tras unos ataques islamistas en la región de Sinjar, en el norte de Irak. Según un comunicado de UNICEF, “estos niños habrían muerto a consecuencia directa de la violencia, del desplazamiento de la población y de la deshidratación en los últimos días". "El pueblo de Sinjar es un punto central para la comunidad Yezidi. Acogió igualmente a miles de desplazados de otras minorías, como los chiíes kurdos que habían huido del pueblo de Tal Afar ante la ofensiva del ISIL”.

“El ataque a Sinjar ha arrojado a miles de personas a las carreteras, huyendo de sus casas en medio del pánico, hacia las montañas, sin provisiones. Las familias que han abandonado el sector necesitan ayuda urgente. Entre ellos, 25.000 niños en las montañas cercanas a Sinjar necesitan ayuda humanitaria de urgencia, especialmente agua y servicios sanitarios".

En estos días, el príncipe Tahseen Said, jefe espiritual de los Yezidíes en Irak y en el mundo, ha lanzado a través del sitio ankawa.com un llamamiento a los dirigentes iraquíes, árabes, a Estados Unidos y a la Unión Europea, para que la comunidad internacional socorra a su pueblo. Más de 40.000 Yezidíes, como los cristianos de Irak y de Mosul anteriormente, han tenido que huir de sus casas. Miles de ellos han sido asesinados por los fanáticos islamistas.

"Los fieles de esta religión son gente pacífica que respetan los valores humanitarios y a las demás religiones. Nunca han tomado las armas contra sus ciudadanos”, recuerda el príncipe Tahseen Said. “Recientemente, incluso ellos, en un gran gesto humanitario, han acogido a sus vecinos que huían de Moul y Tal Afar. Hoy son ellos los que necesitan desesperadamente ayuda".

“No podemos ser cristianos sin servir a los demás”, afirmó al respecto monseñor Habash, obispo siro-católico de la diócesis de Our Lady of Deliverance (Newark, New Jersey), quien mostró su apoyo a la comunidad Yezidi en Washington. “Su situación es peor que la de los cristianos de Irak. No tienen agua, pues la controla el ISIL. No tienen energía, ni hospitales, ni doctores. No tienen ni paz ni seguridad". 

Según las informaciones del noticiero kurdo Rudaw, no se tienen noticias de más de 2000 ciudadanos Yezidi, que habrían vuelto a su pueblo de Wardi, según Khalaf Elias, jefe del clan Issa, tras haber recibido promesas de seguridad por parte de militantes islamistas. Pero se habla de masacres en masa perpetradas impunemente por los miembros del ISIL. Por teléfono, Khalaf Elias afirmó a Rudaw que los militantes del ISIL han capturado a cerca de 50 familias Yezidi: "Por lo que sé, todas las familias han sido asesinadas. Miles de yezidíes están escondidos en las montañas, y si vienen los del ISIL, no tenemos armas para defendernos”.