Millones de personas tuvieron que abandonar sus casas por sus creencias, según el Informe sobre Libertad Religiosa en el mundo publicado por el Departamento de Estado de EEUU
El mundo asistió en 2013 a uno de los mayores desplazamientos de comunidades religiosas de la historia reciente, según un informe del Gobierno estadounidense divulgado este lunes, que documenta ataques contra personas de todos los credos.
Fue uno de los años más graves en ese sentido, según el documento elaborado por el Departamento de Estado norteamericano. “En casi todo el planeta millones de cristianos, musulmanes e hindúes tuvieron que abandonar sus casas por sus creencias”, dicen.
"En todo el mundo las personas fueron objeto de discriminación, violencia y abuso (…) simplemente por ejercer su fe, identificarse con una cierta religión o por elegir no creer en ninguna deidad", indica el Informe sobre Libertad Religiosa en el mundo publicado por el Departamento de Estado.
El estudio, que va ya por su decimosexta edición, destaca que esos desplazamientos están dejando vacíos barrios enteros y provocando la desaparición de comunidades de lugares que tradicionalmente las habían acogido.
La tendencia es particularmente acusada en zonas de conflicto como Siria, donde la presencia de cristianos es cada vez menor, como queda de manifiesto en ciudades como Homs, donde la comunidad cristiana ha caído desde los 160.000 integrantes de antes del conflicto, a los alrededor de 1.000 en la actualidad.
Mientras, en la República Centroafricana el aumento de la violencia sectaria entre cristianos y musulmanes provocó el desplazamiento de más de un millón de personas durante el año pasado, según el informe.
En Birmania, la violencia antimusulmana se cobró 100 vidas y provocó más de 12.000 desplazamientos a comienzos de 2013.
El estudio cita también el caso de Pakistán, donde fueron asesinados más de 400 chiítas en luchas sectarias que se cobraron la vida de más de 80 cristianos en un solo ataque a una iglesia.
En Egipto tanto los musulmanes chiítas como los cristianos afrontaron ataques violentos, mientras que en Arabia Saudí los chiíes fueron objeto constante de discriminación.
El informe llama también la atención sobre el caso de Irán, donde el Gobierno amenazó y detuvo a miembros de casi todos los grupos no chiítas. En China, mientras tanto, continuaron las torturas y el encarcelamiento de miembros de la secta Falun Gong, así como los ataques contra obispos y sacerdotes católicos no registrados.
El estudio indica que entre los países que reprimen la libertad de religión están Corea del Norte, Arabia Saudí, Irán y Sudán, que implementaron severas restricciones a grupos religiosos.
Además, en China, Cuba, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán la actividad religiosa "solo es legal si está explícitamente autorizada por el estado", agrega.
Artículo originalmente publicado por Valores Religiosos