Mensaje del presidente del episcopado con motivo del 193 aniversario de la proclamación de la independencia de la nación
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Los peruanos, hoy como ayer, siguen luchando contra el mal llamados por el heroísmo, destaca el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Salvador Piñeiro, en un mensaje con motivo de las fiestas patrias, que celebran este lunes 28 de julio el 193º aniversario de la Proclamación de la Independencia de Perú.
Tras recordar que Perú debe su grandeza al trabajo anónimo de miles de peruanos y a las grandes hazañas de sus héroes, el arzobispo afirma que hoy “los peruanos seguimos librando una nueva batalla contra el egoísmo, el hedonismo y el relativismo, que menoscaba nuestra identidad como peruanos, destruye la imagen natural y bíblica de la familia, célula básica de la sociedad; amenaza el matrimonio como un sacramento entre un hombre y una mujer; y extiende su amenaza contra vida de peruanos indefensos que se forman en el vientre materno”.
Y destaca que “nuestros grandes héroes no se hicieron grandes por un solo momento de heroísmo, ellos fueron héroes en lo cotidiano, respondiendo con fidelidad a su conciencia, defendiendo los valores inalienables del hombre, sosteniendo la estructura de la sociedad desde la familia, condición sin la cual la estructura social es frágil y se empobrece”.
Al mismo tiempo, recuerda que “Perú vive un momento privilegiado en su historia que abre la ventana de la esperanza a los horizontes del primer mundo”.
En este sentido, recuerda el valor de “nuestros recursos naturales, la belleza de nuestra geografía y sobretodo la calidad de sus hijos e hijas”, y asegura que ese es “el mejor potencial, que bien guiado, nos dará la alegría de ver cumplido el anhelo de ver la pobreza superada, la violencia vencida y nuestras calles bendecidas por la paz”.
Según el arzobispo de Ayacucho, “los desafíos que hoy retan el compromiso de nuestras autoridades y de todos los peruanos, los podremos superar con el aprecio mutuo entre todos los ciudadanos, alejándonos de todo tipo de discriminación; con el respeto reverente a nuestras sanas tradiciones, que guardan nuestra peruanidad y con el compromiso sincero de cada peruano para alcanzar, la honestidad, la transparencia, la justicia y la paz”.