No se salvan los lugares de culto cristianos, pero tampoco de las comunidades chií, sufí y yazidí
Los yihaidistas que tienen ocupado Mosul desde el pasado 10 de junio destruyeron este jueves con explosivos la mezquita erigida en honor a Jonás –en el islam, profeta Yunus- argumentando que se había convertido en un “lugar de apostasía”.
El día anterior, el grupo Estado Islámico destruyó también la mezquita del Imam Yahya Abul Qasim, de 1.400 años de antigüedad, según informaciones de Iraqi News recogidas por Europa Press.
De hecho, los extremistas están destruyendo muchos lugares de culto tanto cristianos como de las comunidades chií, sufí, yazidí y de cualquier grupo que no realice una interpretación radical del islam.
Después de expulsar a los cristianos de Mosul, han dado un ultimátum también a los kurdos que viven en la ciudad, que deben irse o exponerse a ser ejecutados.
La caída de Mosul en manos de los yihaidistas ya no es sólo una tragedia para los cristianos.