“Liturgia: fuente y cumbre de la vida eclesial” fue el nombre dado al II Congreso Internacional de Liturgia y Pastoral realizado por la Arquidiócesis de Medellín y la Universidad Pontificia Bolivariana durante los días 16, 17 y 18 de julio. El motivo que reunió a numerosos sacerdotes, religiosos, laicos ha sido el reflexionar y evaluar la aplicación de la Sacrosanctum Concilium en la vida de la Iglesia, a sus 50 años de promulgación.
Durante los tres días se han dictado distintas conferencias, se han realizado trabajos en grupos con el fin de aprender, compartir, celebrar y proyectar la fe recibida en los desafíos pastorales que actualmente se presentan en la Liturgia.
El Congreso ha contado con 10 conferencistas que a lo largo de las Jornadas han transmitido, en sus Ponencias, distintas luces para mejor celebrar nuestra fe según el rico aporte que realizó el Concilio Vaticano II.
El laicado como una oportunidad de vivir en plenitud los compromisos bautismales
El jueves 17 de julio, el Presbítero Alexander Pareja Botero, Delegado Arzobispal para los ministerios confiados a los Laicos en la Arquidiócesis de Medellín intervino en el Congreso con su Ponencia titulada: “La participación activa y fructífera de los laicos en la Liturgia”, tema que en la actualidad presenta grandes desafíos no sólo para los laicos sino para los sacerdotes.
El Padre inició su Conferencia parafraseando distintos documentos del Concilio Vaticano II y de algunos Padres de la Iglesia que hablan del papel del laico en la vida de la Iglesia. Considerando la Apostolicam Actuositatem citó: “El concilio ruega en el Señor a todos los laicos que respondan con ánimo generoso y prontitud de corazón a la voz de Cristo, que en esta hora invita todos con mayor insistencia y a los impulsos del Espíritu Santo. Sientan los jóvenes que esta llamada va dirigida a ellos de manera especialísima; recíbanla con entusiasmo y magnanimidad. El mismo Señor, en efecto, invita de nuevo a todos los laicos, por medio de este santo Concilio, a que se unan cada día más íntimamente y a que, haciendo propio todo lo suyo, se asocien a su misión salvadora; de nuevo los envía a todas las ciudades y lugares a donde Él está por venir”.
Una vez planteado el horizonte del laicado en la vida de la Iglesia, el Padre pasó a exponer la importancia que tiene el que cada bautizado asuma su papel activamente según quién es, un laico. Va decir: “El Concilio Vaticano II muestra una tendencia clara en adjudicar a los laicos lo temporal, lo profano, lo mundano, lo político, lo social y lo familiar. Claro está que el laico debe ser fermento en la masa, es decir, debe espiritualizar y llevar el evangelio a los ambientes temporales mediante el anuncio y el testimonio de vida.” Es evidente pues, que si bien es cierto todos los bautizados somos Pueblo de Dios hay quienes son ordenados ministros y tienen otras funciones dentro de la Iglesia, así como los laicos que están llamados a dar testimonio de su fe en la cotidianeidad de su vida.
Por otro lado, la Constitución Sacrosanctum Concilium propone que se promueva y se eduque a todos los fieles para poder participar mejor de la liturgia. “Se pide una participación plena, consciente y activa de todo el pueblo para que en ella beban el espíritu genuinamente cristiano.”, dice el Padre Alexander. Esto significa que esa participación nos debe llevar a vivir más cristianamente y esto implica a lo largo de nuestra vida. Toda nuestra vida tiene que ser una vida cristiana que transparente siempre el misterio pascual de Cristo, de muerte para la Vida.
Una Iglesia Particular que apoya las diferentes estructuras laicales
El Padre Pareja, compartió que la existencia de distintos ministerios laicales que existen en la Arquidiócesis de Medellín es una concreción del Concilio Vaticano II. “Podríamos decir que las diferentes estructuras que le dan cuerpo y figura a la pastoral arquidiocesana son un gran avance, ya que pretenden renovar la estructura eclesial desde los ministros ordenados y el compromiso serio del laicado derivado desde sus compromisos bautismales”.
Asimismo, es válido reconocer dentro de esta Arquidiócesis la apertura de algunos sacerdotes en llamar a los laicos a formar parte de la tarea evangelizadora y por el lado de los laicos, el tomar en serio su condición de apóstol y disponer su vida para ser instrumento evangelizador. Un ejemplo muy concreto de esta realidad es el impulso que a partir de Aparecida se dio en esta Iglesia Particular al promover la Misión Continental.
Finalmente, el Padre Alexander va mencionar algunos retos que se presentan al entender y vivir más fielmente las exhortaciones que dejó el Concilio en la Sacrosanctum Concilium al referirse a la participación del laico en la vida litúrgica: a) Sigue siendo un desafío que tanto los ministros como los fieles laicos se acostumbren no sólo a celebrar debidamente la liturgia, sino a prepararla cuidadosamente e incluso a evaluarla, b) es preciso que se reafirme y se exprese con palabras y signos que el misterio de la liturgia remite constantemente a la persona y al mensaje de Jesús, que es siempre una llamada a la conversión personal y social, c) otro campo en el que hay mucho por hacer es el de la música litúrgica, d) la organización del Ministerio extraordinario de la comunión, debe ser sometida a una reestructuración, e) es necesario fortalecer a los lectores y proclamadores de la Palabra de Dios, f) un gran reto y desafío arquidiocesano está en la unidad plena de la fuerza laical de los movimientos con la vida de la iglesia particular y g) es necesario asumir y aceptar la naturaleza e identidad de los ministerios laicales y así generar un cambio de actitud, superando miedos, complejos, prevenciones y ubicarnos todos los ministros ordenados y laicos en el papel que nos corresponde.
Hoy celebramos a...