La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
Tras la muerte de ocho de los once mineros que quedaron enterrados en la mina de Cuculmeca, en San Juan Arriba, en El Corpus, Choluteca, el pasado 2 de julio, el obispo de Choluteca, monseñor Guy Charbonneau, ha denunciado la situación de pobreza extrema en la que viven las mayor parte de las personas de estas zona del país, obligadas a arriesgar sus vidas por sobrevivir.
“Para la Iglesia, la tragedia de los mineros tiene como primera causa las condiciones indignantes de pobreza, postergación y rezago económico que vive la población”, ha dicho el obispo durante el encuentro con los periodistas en el que ha presentado su comunicado sobre la situación.
Según la información recibida en la agencia Fides, el prelado ha recordado que sólo en el municipio de El Corpus, aproximadamente unas 5.000 personas trabajan en algo relacionado a la minería, de la que obtienen el sustento para sus familias.
“Se trata de mineros artesanales a pequeña escala, – ha dicho -, quienes obligados por el hambre se internan diariamente en las entrañas de la tierra tras la búsqueda del pan diario, sin ningún equipo moderno de protección para su salud y sus vidas”.
Monseñor Charbonneau ha afirmado además que “este trabajo se desarrolla en condiciones de cuasi esclavitud, lo que representa una profunda ofensa a la dignidad humana de hombres, mujeres y niños que tienen como única alternativa la minería artesanal para poder sobrevivir”.
El obispo ha expresado también su dolor y el de toda la diócesis por la muerte de ocho personas y ha añadido: “nos sentimos también impotentes por el sufrimiento de nuestra población. Y hacemos pública nuestra solidaridad con los hombres dedicados a la extracción minera, así como con las familias de los mineros vivos y de aquellos ocho hombres que murieron”.
Monseñor Guy Charbonneau, tras lamentar una vez más “la situación del pueblo de la región de El Corpus, por la deplorable negligencia e indiferencia de las autoridades locales y centrales hacia la búsqueda de soluciones justas, sostenibles, legales, sociales y ambientales en la explotación minera”, ha pedido al Congreso Nacional que se modifique la nueva ley sobre minerías artesanales, de forma que asegure protección y seguridad a los trabajadores.
Leer aqui´el Comunicado del obispo de Choluteca