Jeffrey Sachs llamó a poner a la familia como base del desarrollo
Durante el coloquio México-Santa Sede sobre Migración y Desarrollo, que se está llevando a cabo en la capital de la República mexicana, se discutió en un panel central el tema de "La niñez migrante: necesidad de un enfoque y soluciones regionales".
Un minuto de silencio por los caídos
Ahí, uno de los actores principales del brazo de la Iglesia católica en la zona conflictiva de la frontera entre México y Guatemala, el padre Flor Maria Rigoni, director de la Casa del Migrante Belén, en Tapachula, pidió unos momentos de silencio para pedir perdón a todos los migrantes “por lo que no hemos hecho por ellos”.
Tras de este momento reflexivo y de profundo dolor, el sacerdote señaló la necesidad de que Estados Unidos reconozca “las situaciones que ha provocado” por su intervención en las economías y en los pueblos de Centroamérica y llamó a los gobiernos de Centroamérica y México a reconocer la situación de violencia que viven sus países.
El propio padre Rigoni propuso un plan de contención ayudando a las casas de migrantes “para que ellos sientan que son tratados humanamente, y lanzar una Convención, como fue la de Cartagena, para buscar una migración legalizada”.
Derribar los muros y construir puentes
Por su parte, el arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias y de las Ciencias Sociales, citando las palabras de Jesús, llamó a atender al drama de los niños migrantes, “no levantando muros sino construyendo puentes”.
El purpurado advirtió que lo que agrava el problema “es la utilización perversa de los niños para explotarlos laboralmente, llevarlos a la guerra, prostituirlos o comerciar con sus órganos”. En este tema hay que recordar que monseñor Sánchez Sorondo ha sido encargado por el Papa Francisco para estudiar el fenómeno global de la trata y apoyar políticas públicas que lo impidan en el mundo.
Por eso monseñor Sánchez Sorondo urgió a erradicar la trata de personas, nueva forma de esclavitud. Propuso el modelo italiano para enfrentar a la mafia: quitarle el dinero y usarlo para rescatar a sus víctimas. Concluyó señalando que la Iglesia debe comprometerse más en la defensa de los niños migrantes.
Todos tenemos que ver en el fenómeno de la migración
Otro de los participantes en el panel sobre la niñez migrante fue Luis Fernando Carrera, ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, uno de los tres países que mayor flujo de niños migrantes aportan a la actual crisis humanitaria en Estados Unidos.
Carrera compartió una reflexión personal sobre la migración, ya que sus abuelos fueron migrantes. En este tema, advirtió que “todos somos partícipes del fenómeno migratorio de una u otra manera” y que por ello debemos tomar conciencia del papel que nos corresponde en el mismo y combatir a quienes se aprovechan de la necesidad de los migrantes como son los "polleros" y tratantes.
Poner a la familia como base del desarrollo
En lo que respecta a la parte mediática del coloquio, la participación del especialista norteamericano Jeffrey Sachs fue la que mayormente fue apreciada por los medios extranjeros acreditados en el coloquio.
Sachs habló de la realidad a la que se enfrentan los niños migrantes y las familias de migrantes en los Estados Unidos. Mencionó algo muy cercano a lo que viene desarrollando –como propuesta de ley migratoria integral—la Iglesia católica de los Estados Unidos: la importancia de poner a la familia como centro de desarrollo y a trabajar por ella y para ella, sin diferencias filiaciones y preferencias políticas.
Finalmente, en un mensaje que tenía destinatarios concretos en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos (sobre todos a los republicanos, que mantienen estancada la reforma a la ley de migraciones), pero también a los líderes políticos de la región de Centro y Norte América, invitó a estos y a los líderes sociales “a trabajar con moralidad y no con pragmatismo”.