Comunicado de los obispos dominicanos luego de su asamblea plenaria
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) celebró su 52º asamblea plenaria en su sede de la casa arquidiocesana María de la Altagracia, del 29 de junio al 4 de julio de 2014. Mediante un comunicado al país completo, los purpurados han emitido un mensaje contundente de paz y fraternidad a los católicos de esta isla y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Luchar sin desmayo por la paz
El comunicado, firmado por todos los obispos de la CED, encabezados por su nuevo presidente, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, obispo de la Altagracia, Higüey, y por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo y primado de América, cardenal Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, los prelados dominicanos instaron a permanecer firmes en la fe “frente al clima de inseguridad, de violencia creciente y frente al flagelo del narcotráfico y el sicariato que sigue minando nuestra sociedad dominicana”
Más adelante, exhortaron a los fieles y a toda persona de buena voluntad “a no tener miedo, a luchar sin desmayo por la paz social y el respeto a la naturaleza y el medio ambiente, a unirnos todos en el combate contra las fuerzas del mal y a mantener viva la esperanza de un futuro mejor”.
Los obispos de la CED constataron que hoy más que nunca se requiere un laicado dinámico y valiente que no se deje “aplastar por los ambientes y corrientes actuales que promueven la cultura de la muerte” y que, perseverando la fe y la esperanza, “orienten sus vidas, y las de los que les rodean, hacia la conquista de sus más nobles ideales”.
Renovar el ardor y el celo apostólico
La asamblea plenaria estuvo sazonada por un retiro espiritual que en esta ocasión fue dirigida por el padre Darío Taveras, MSC, con el tema “Las Miradas de Jesús sobre los Pastores de la Iglesia”. En ese sentido como “Iglesia en salida” los obispos dominicanos reasumieron el compromiso de la conversión pastoral a la que ha llamado Aparecida y el Papa Francisco, e invitaron a todos los agentes de pastoral “a renovar su ardor y celo apostólico”.
Como parte de la renovación de estrategias, los obispos eligieron nuevos cargos al interior de la CED, quedando en la presidencia monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, Obispo de la Altagracia, Higüey, y en la vicepresidencia, monseñor José Dolores Grullón Estrella, obispo de San Juan de la Maguana. Como secretario general, se reeligió por un período más al padre Carmelo Santana Jerez, de la diócesis de San Francisco de Macorís.