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¿Por qué los economistas sólo estudian los problemas de los ricos?

Prakash Sethi – es

© Public Domain

Ignacio Pérez Tormo - publicado el 07/07/14

Habla Prakash Sethi, economista de la India, que ha sido analista económico de la CNN y del New York Times

Prakash Sethi es un economista de La India. Estudia, por el método de la auditoría, el compromiso social de las compañías. Ha sido analista económico de la CNN y del New York Times. Incluso, sus propios alumnos le ponen alto en las valoraciones de fin de curso: “Si lo escoges, te vas a hartar de pensar, leer y hacer trabajos”, “Es muy inteligente, pero muy estricto con la puntualidad”.

Ha estado en Barcelona con ocasión del 18º Simposio Internacional de Ética, Negocios y Sociedad celebrado en la escuela de negocios I.E.S.E. En esta entrevista, realizada el día 30 de junio, pretendemos que explique, en términos éticos, los problemas de la Economía actual; entre ellos, los que desencadenaron la tragedia del Rana Plaza de Bangladés en 2013. Al final, junto al Sethi economista, queremos conocer también a la persona, el origen de su compromiso vital.

– ¿Qué responsabilidad han de tener las empresas hacia la sociedad?

Los  “mercados imperfectos”, sin competencia, por ejemplo los monopolios, crean para las compañías oportunidades, las cuales deben ser pagadas de nuevo a la sociedad en justa correspondencia o, al menos, esta espera que sean pagadas en mayor cantidad de lo que la compañía quisiera.

La responsabilidad social tiene dos componentes. Uno es la beneficencia: A qué fin la destina, cuánto da, eso está en su privacidad. La segunda es la imagen. He visto compañías por ejemplo, los centros comerciales Wal-Mart, que el 80 % de sus empleados cobran una ayuda del Gobierno porque su salario es muy bajo. Es decir, nosotros pagamos impuestos para que Wal-Mart pueda dar salarios más bajos a sus trabajadores y tener beneficios más altos para sus accionistas. Sin embargo, cuando hay una tragedia, Wal-Mart es la primera en dar sus recursos para ayudar a la comunidad en aquel momento puntual.

– El hundimiento del edificio del Rana Plaza en Bangladés, en cuyos talleres textiles todo el mundo pudo ver signos de abuso laboral y, en cuya causa criminal, hay en la actualidad 17 personas imputadas ¿Qué nos enseña?

Debo ser muy crítico con Wal-Mart. El problema allí es otra vez lo que llamamos “mercado imperfecto.” La empresa puede moverse. Wal-Mart puede mover su capital a cualquier sitio que desee. En Bangladés, los trabajadores sin embargo, no pueden moverse. Si pudieran venir a España o a los E.E.U.U., lo harían. Wal-Mart se está aprovechando de una situación donde aquellos no tienen posibilidades de negociar y esa empresa sí las tiene, y las está utilizando. No es ilegal, por tanto, no hay mucho que podamos hacer. El papel del Gobierno de Bangladés es muy débil. Los dueños de las fábricas son también miembros del Parlamento y, así, los cambios son muy difíciles de hacer. Esa empresa no es la única. Cada compañía europea, cada compañía de los E.E.U.U., usan a los trabajadores nativos para hacer lo mismo. ¿Usted piensa que Apple es mejor? No, Apple hace exactamente lo mismo.

Si yo soy Apple, o yo soy el centro comercial Wal-Mart, y Vd. es un cliente. Cuando le estoy vendiendo algo, el coste con el que produzco no tiene nada que ver con lo que le cobraré. Mi precio para Vd. será simplemente lo importante que Vd. considere ese producto, es decir, en qué parte podemos Vd. y yo compartir su salario. Si tengo dos teléfonos. Y uno le resulta tan atractivo que podría dar 500 $ de su salario para comprarlo. ¿Por qué debo cobrarle menos? No le estoy forzando. Y a la inversa, si puedo comprar el trabajo de una persona por 30 centavos la hora, ¿por qué debo pagar 40 centavos? No hay diferencia entre Wal-Mart y Apple (de la primera, fallecieron 1.100 de sus trabajadores en la tragedia, siendo una de las principales compradoras de ropa en Bangladés para sus centros comerciales; y sin nada que ver con el conflicto, la segunda, N. del R.). Ambas hacen lo mismo.

– Los bancos, para ser sostenibles, ¿han de reinvertir sus beneficios en su entorno social? 

Lo mismo sucede con los bancos. Mi suegra es muy pobre, sufre de demencia y cuando va al banco no sabe si tiene algún dinero o no. El banco debería saberlo, porque ella ha estado yendo a ese banco toda su vida. Así que cada vez que ella compra algo con su tarjeta debit-card, queda en descubierto y el banco le carga una penalización. Si compra cinco plátanos en cinco días distintos, mi esposa recibe una cuenta de 5 X 35 $, por una compra total de menos de 20 $. Eso es criminal, pero es legal. Esto es lo que Vds. llaman “abuso de confianza”. El banco podía haber dicho: “Le advierto que le trataré como si Vd. hubiera excedido el límite de su tarjeta”. Entonces el tipo de interés sería del 15 %, lo cual sería criminal de nuevo, porque me estarían comprando dinero al 1 %. Es inmoral también, pero es legal. En responsabilidad social, ¿dónde debe situarse el conocimiento que llega a tener un banco, en relación al conocimiento que pueden tener sus clientes?

– Cuando Vd. era un joven estudiante de la Escuela de Economía de Delhi allá por los años 50, ¿tenía la misma inquietud por las cuestiones sociales?

Había un economista, el Sr. Amartya Sen, que ganó el premio Nóbel de Economía. Era de la India. En aquel momento no me conocía, pero yo era su alumno. Un día en clase, dijo que la Economía consiste en observar los problemas de la escasez y de la pobreza. Los economistas hemos dedicado mucho tiempo a estudiar los problemas de la abundancia. Pero hay muchos más problemas en la pobreza que son tan importantes, en términos de Economía, como los de la abundancia. ¿Por qué no estudiamos los problemas de la pobreza? La frase de aquel profesor ha permanecido conmigo toda la vida. Siempre digo que la Economía es también el estudio de los problemas de la pobreza y porqué ocurren. Por ello en alguna ocasión, he sido marginado. Aunque creo que soy un buen economista, razonablemente claro, porque trato de mirar siempre desde el lado que decía aquel profesor.


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