Entrevista a Monseñor Bregantini, el arzobispo que siguió paso a paso el viaje Pastoral de Papa Francisco en Molise, Italia
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Entrevista a Monseñor Giancarlo Bregantini, arzobispo de Campobasso-Bojano desde 2007, presidente de la Comisión de la Conferencia Episcopal Italiana para los problemas sociales y el trabajo, la justicia y la paz. La prensa ha comparado el carisma de Bregantini al de los “curas villeros” de Bergoglio en Buenos Aíres solo que trasplantado al Molise, región al centro de Italia.
El Papa Francisco le conoce bien dado que este año le he encomendado escribir las meditaciones para el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo. Aleteia ha conversado con monseñor Bregantini en relación a la visita pastoral realizada este domingo por Papa Bergoglio en Molise.
El Pontífice en este cuarto viaje pastoral en Italia ha hablado de los problemas comunes a las diversas periferias: el trabajo, la dignidad de la persona, el perdón, la desocupación de los jóvenes…¿Qué opinión tiene del mensaje que ha dejado el Papa?
“Sobre todo quisiera remarcar que el Papa habla por medio de signos concretos: una jornada entera dedicada a una región pequeña (el Molise, tiene 320 mil habitantes de los 56 millones totales que cuenta la bota itálica). El Papa estaba visiblemente sereno, paciente, no parecía para nada cansado y ha prestado atención a cada pequeño detalle. Ha llegado 30 minutos antes de lo previsto. Lo importante es que no ha dado recetas sino un método. Nos ha dicho de tomar de la mano la propia historia y de hacer un pacto por el trabajo con las instituciones, encontrando una vía para resolver juntos los problemas. Ha delineado la búsqueda de una relación con Europa para que esto pueda dar buenos frutos”.
¿Es un mensaje universal de ir al encuentro de las periferias existenciales del mundo la elección de Papa Bergoglio de visitar una región olvidada como Molise?
Nosotros vemos siempre el tema de las periferias, pero el Papa Francisco no las menciona directamente. Por nuestra parte, no debemos insistir demasiado sobre este termino sino ver los principios que nos ha dejado durante su visita: el primer principio ha sido “el domingo”.
Esta jornada debe ser promocionada como tiempo gratis, no hay motivo de tener abiertos los centros comerciales los domingos. El domingo es el tiempo de la familia y del juego y para esto el Papa ha interpelado primero a las mamas y los papas. Ha dicho que el domingo es un tiempo ético y por ello hay que dedicarlo a los hijos, que están olvidados. Por lo tanto, es importante dedicar tiempo a los propios hijos y las “periferias del corazón”.
Después el Papa Francisco ha dado prioridad a la persona. Todo el resto viene después. Este concepto lo ha expresado bien en la Santa misa hablando de la virgen. Una persona, como María ha sido llamada a servir a Elisabeth porque María es la mujer más libre que hay y la libertad tiene como fin: amar y servir.
El Papa Francisco ha hablado de dignidad…
El Papa Francisco ha repetido más de una vez, sobre todo a los jóvenes: ´Un joven sin trabajo es un joven sin dignidad´ y luego ´quien no lleva el pan a la mesa no tiene dignidad´. Y por pan no entendemos solo la comida sino la dignidad de ser padres, madres o hermanos mayores que llevan a casa el pan con el propio trabajo para beneficiar la familia.
Quiere decir que estos llamados valen también para las periferias pero también para Europa: no queremos una Europa egoísta o cerrada, sino una Europa valiente y abierta que ponga realmente al centro el trabajo.
El Santo Padre ha hablado de perdón sobre todo en el encuentro con los encarcelados. Precisamente, el titulo del viaje era “Dios no se cansa de perdonar” y vale sobretodo para las personas que se encuentran en una prisión…
Sí, ha insistido mucho sobre el tema del perdón, en la cárcel de Isernia, pero también en la plaza porque tiene una relación con el mensaje de la misericordia de San Celestino V (santo de Molise) , el primero que ha hablado de Jubileo, con el perdón y la misericordia de San Francisco. Así ha profundizado el modo en el cuál nos debemos “ocupar” de construir la Misericordia: sin ser falsos piadosos y tampoco clericales, sino con la fuerza de la nueva antropología, la fuerza profética: si un país pequeño vive de libertad puede convertirse en un lugar profético para el futuro.
[Han colaborado en este servicio Corrado Paolucci y Ary Waldir Ramos Díaz]