Un nuevo y sórdido negocio: en Estados Unidos, padres adoptivos cansados de los niños que han acogido los proponen en internet a nuevos padres
Una cuenta de Yahoo llamada Adopting from Disruption (adopción de interrupción) ha visto pasar a una media de un niño por adoptar a la semana desde hace cinco años, informó la agencia Reuters. Se trata de niños adoptados cuyos padres ya no los quieren.
Entre otros ejemplos ofrecidos por Reuters se encuentra una joven de Nebraska que propone un niño de once años y admite: “Me siento avergonzada, pero detesto a este niño”. En la misma línea, una pareja escribe: “Hemos adoptado a una niña china de ocho años, pero tras cinco días en casa no podemos soportarla más”.
Esta situación atroz se explica jurídicamente: la ley estadounidense ha hecho posible la adopción con la ayuda de una simple procuración. Esta facilidad se ha ofrecido para permitir por ejemplo a padres que se encuentran en dificultades confiar la custodia de su hijo a una persona cercana, pero se utiliza de la peor manera.
El comercio en internet viene a agravar esta sensación de facilidad, por no decir de poder total, de los padres que adoptan: la virtualidad ayuda a que algunos padres desconectados de la realidad encarguen un hijo casi como un animal de compañía.
La re-adopción de niños en una familia se conoce como “rehoming” (realojamiento), un término utilizado originalmente para perros y gatos.
El desvío de la misión de la adopción puede ir todavía más lejos con casos de niños re-adoptados por padres delincuentes sexuales. Una pareja infernal ha podido así adoptar a seis niños distintos a pesar de su pasado.
Este comercio lleva lógicamente a los peores abusos, y faltan instituciones que pudieran controlarlo.
Tras la investigación llevada a cabo por Reuters, Yahoo ha aceptado retirar a los grupos dedicados al rehoming, pero Facebook ha rechazado hacer lo mismo justificándose: “Internet es el reflejo de la sociedad”.
De hecho, esta práctica no es ilegal y la multitud de agencias de adopción que hay en los Estados Unidos hace muy difícil la visibilidad de este nuevo “mercado”.