La importancia de poner límites: dime cómo es tu familia a nivel de normas y te dire quién eres como padre
La sociedad en la que vivimos esta envuelta en la ola del facilismo y la practicidad; a tal punto que sin moverte de la casa, puedes por internet ver y comprar todo lo que quieras, o sin moverte del sofá por medio de comandos de voz puedes apagar y prender, cerrar o abrir todo los electrodomésticos, puertas o ventanas de tu hogar.
Hoy nuestras familias tienen muchas cosas, tienen tanto que en algunas no hay espacio ni siquiera para las normas, es decir aquello que se sabe, se cumple y no hay necesidad de repetirlo. De todo esto, vale la pena preguntarnos: en mi familia, núcleo compuesto por padres, hijos y parientes, ¿cada quien hace lo que quiere?, ¿en mi familia se respetan las normas?, en conclusion, ¿hay normas en mi casa?
Las normas son el conjunto de reglas claras que usted como padre o madre de familia cumple y hace cumplir con sus hijos; con el paso del tiempo, cuando sus hijos van creciendo, esas normas se van fortaleciendo y se van agregando otras que nacen del diálogo y de la necesidad del medio donde se vive; de tal manera que quienes integran este tipo de familias tienen como valor agregado la armonía, cualidad que el facilismo y la practicidad no ofrece.
Las normas determinan el tipo de familia que usted como padre de familia tiene. Lo que reflejan sus hijos fuera de la casa es lo que usted les ha inculcado en su proceso de formación, a tal punto que el comportamiento, las actitudes, la manera de ver las cosas, la asistencia y participación a la Iglesia de su familia,… muestran qué es lo que verdaderamente hay de puertas para adentro en su hogar.
En pocas palabras, dime cómo es tu familia a nivel de normas y te dire quién eres como padre.
Padres de familia: es el momento oportuno para que hagamos una evaluación y de paso, si es conveniente reedireccionemos el papel que estoy cumpliendo.
Si en la evaluación te das cuenta de que en tu núcleo familiar existen normas claras que se cumplen sin necesidad de insistir o recordar, ¡felicitaciones!, porque están educando hombres y mujeres de bien, que seguirán fortaleciendo ese legado cuando ellos alcancen sus metas personales, familiares y comunitarias.
Pero si en la evaluación te das cuenta que en tu hogar no hay normas, cada quien hace lo que quiere, no hay autoridad en el buen sentido de la palabra de padres hacia hijos, la situación sería preocupante, ya que estás dejando que la sociedad llamada consumismo, moda, indiferencia, ateísmo religioso e irresponsabilidad cumpla uno de tus roles: direccionar con normas la familia para que exista armonía.
Estamos a tiempo para que por medio del diálogo fraternal, la asesoría de personas expertas en dichos temas, sacerdotes y personas que trabajan en tu parroquia nos brinden la asesoria necesaria para reedireccionar el rumbo del hogar. No es tarde, estamos a tiempo para que comencemos a hacerle espacio a la norma y bajemos la intensidad de la ola llamada facilismo y practicidad.
Para mayor información, puede visitar nuestra página www.iglesiasdomesticas.com
Artículo originalmente publicado por Por tu Matrimonio