¿Es esta la mejor forma de ayudar a los necesitados? ¿Es un ejemplo a seguir?
Sulley Muntari, jugador de la selección de Ghana protagonizó antes del encuentro con Alemania una de las imágenes del Mundial de Futbol de Brasil.
El jugador pidió un permiso especial a su entrenador Kwesi Appiah, para trasladarse a Maceió, donde habita una de las comunidades más necesitadas de aquel país. Allí, dibujó varias sonrisas en los lugareños al tomarse fotos y firmar autógrafos; pero más aún cuando mostró una faja con billetes, que los comenzó a repartir entre los presentes.
Fue un gesto improvisado y grabado por aficionados allí presentes. Un gran gesto que le honra al intentar ayudar en las necesidades de ese barrio empobrecido de Brasil. Al ver el vídeo no puedo sino preguntarme por la reflexión que hizo el Papa Francisco en su mensaje a los argentinos en la fiesta de San Cayetano:
A veces yo le pregunto a alguna persona:
– ¿Usted da limosnas?
Me dicen: “Sí, padre”.
– Y cuando da limosnas, ¿mira a los ojos de la gente que le da las limosnas?
– “Ah, no sé, no me di cuenta”.
– “Entonces no lo encontró. Le tiró la limosna y se fue. Cuando usted da limosna, ¿toca la mano o le tira la moneda?”
– “No, le tiro la moneda”
– Y no lo tocaste, y si no lo tocaste, no te encontraste con él”.
Ojalá todos los jugadores del Mundial fueran como Sulley Muntari y fueran por los barrios más pobres ofreciendo dinero a los más necesitados. Aunque la pregunta que me sobrevuela: ¿Es esta una caridad bien entendida? ¿Servirá para subsanar las deficiencias en esa comunidad? ¿Habrán sentido la cercanía del jugador de futbol tal y como él quería?