Si yo sé que una persona está afligida, sea en el alma o en el cuerpo, suplicaría a Dios para verla libre de sus males
Obedientísimo Padre San Pío de Pietrelcina. Tú, que has querido tanto a los enfermos; más que a ti mismo porque en ellos viste a Jesús.
Tú, que en el nombre de Dios has obrado milagros de sanación en el cuerpo, en el alma, y en la mente, en el presente, en el pasado y en el futuro de las personas; devolviendo esperanza de vida y renovación del espíritu, y en la integridad total de las personas.
Ruega a Dios para que todos los enfermos; por intercesión de María Santísima, puedan experimentar tu potente ayuda y a través de la sanación de su cuerpo, encontrar beneficios espirituales y agradecer para siempre a Dios.
"Si yo sé que una persona está afligida, sea en el alma o en el cuerpo, suplicaría a Dios para verla libre de sus males. De buena gana yo tomaría todos sus sufrimientos para verla salvada y cedería los frutos de tales sufrimientos en su favor". Padre Pío.
A continuación, la novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá". He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia…
(aquí se presenta la intención que se pide)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá". He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Padre Eterno en tu Nombre la gracia…
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán". He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia…
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.