Dios está en los estadios y ayuda a superar todas las dificultades que un futbolista encuentra no solamente en el terreno de juego, sino a lo largo de su carrera
El centro delantero de la Selección Nacional de Futbol de México, Oribe Peralta, habla a Aleteia-El Observador sobre su fe católica. Cómo ésta lo acompaña durante todas las horas del día, su devoción por san Judas Tadeo, su idea de que Dios está en los estadios y ayuda a superar todas las dificultades que un futbolista encuentra no solamente en el terreno de juego, sino a lo largo de su carrera.
Oribe Peralta ha sido campeón con el equipo de Santos Laguna y fue quien le dio, prácticamente, la medalla de oro en futbol a México las pasadas Olimpiadas celebradas en Londres, cuando el país azteca venció a Brasil en la final. Fruto de su trabajo y de su empeño, ha sido contratado para jugar la próxima temporada del campeonato mexicano por el Club América, institución que pertenece al consorcio televisivo Televisa.
Con este contrato, Oribe Peralta se ha convertido en el jugador mexicano mejor pagado de la historia. Pero él no se envanece. Recuerda sus orígenes y recuerda de qué está hecho: de esfuerzo y amor por Dios. A continuación, el vínculo de este reportaje con Oribe Peralta.