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La Santa Sede pide responsabilidad a las empresas multinacionales

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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 13/06/14
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El Papa Francisco ha denunciado la idolatría al dios dinero, la alarma de la desocupación de los jóvenes y el desperdicio de la comidaEl Papa Francisco en una entrevista concedida al diario español la Vanguardia publicada este viernes pide una economía que genere trabajo y valor social: “Y ahora también está de moda descartar a los jóvenes con la desocupación. A mí me preocupa mucho el índice de paro de los jóvenes, que en algunos países supera el 50%. Alguien me dijo que 75 millones de jóvenes europeos menores de 25 años están en paro. Es una barbaridad. Pero descartamos toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta, un sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra, como han hecho siempre los grandes imperios”.

En este sentido, la Santa Sede ha tomado posición ante la ONU sobre los derechos humanos y el mundo de las empresas transnacionales acusadas por varias voces criticas de buscar mano de obra barata en los países emergentes, evadir impuestos en los paraísos fiscales y poner al centro la ganancia como único principio empresarial para sobrevivir en la economía de los mercados globales.  

La reflexión de la Santa Sede, en cambio, mueve los hilos de la diplomacia aplaudiendo la elaboración de un documento realizado al interno de un Grupo de Trabajo sobre los derechos humanos, las empresas y la responsabilidad social de las actividades comerciales, durante la 26 ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra.

El arzobispo Silvano M. Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU confirmó el apoyo unánime a una serie de Principios Fundamentales que las empresas deberían respetar en materia de derechos humanos. Específicamente, las empresas tienen la obligación de "proteger, respetar y asistir" – en el marco de un compromiso político global.

Según informó el portal de Radio Vaticano, el arzobispo Tomasi afirmó existen varios desafíos al respecto: ampliar la difusión (valores de respeto de los derechos humanos para las empresas), alcanzando niveles globales en la aplicación (también en países emergentes), la construcción de la confianza entre las partes interesadas (empleados, gobiernos y empresas) y la superación de las barreras de protección jurídica efectiva (leyes aplicables en cada país). 

El diplomático vaticano ante la ONU dijo que existen muchas dificultades en la aplicación de los derechos humanos en las organizaciones y las consecuencias legales. No obstante, aseguró que “la reivindicación principal ahora parece haber ganado un amplio consenso: las empresas tienen que reconocer los derechos humanos” al interno de sus actividades.

Sobre el tema de la falta de una ética en la economía, el Papa Francisco  en la entrevista concedida a Cymerman habla del Papel de la Iglesia para reducir la creciente desigualdad entre ricos y pobres.  Y toca varios puntos: 

La cultura del descarte 

“En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero en el centro, al dios dinero. Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero. La economía se mueve por el afán de tener más y, paradójicamente, se alimenta una cultura del descarte. Se descarta a los jóvenes cuando se limita la natalidad. También se descarta a los ancianos porque ya no sirven, no producen, es clase pasiva… Al descartar a los chicos y a los ancianos, se descarta el futuro de un pueblo porque los chicos van a tirar con fuerza hacia adelante y porque los ancianos nos dan la sabiduría, tienen la memoria de ese pueblo y deben pasarla a los jóvenes”. 

Desperdiciar recursos como la comida 

“Está probado que con la comida que sobra podríamos alimentar a la gente que tiene hambre. Cuando usted ve fotografías de chicos desnutridos en diversas partes del mundo se agarra la cabeza, no se entiende. Creo que estamos en un sistema mundial económico que no es bueno.

Guerras por dinero

Pero como no se puede hacer la Tercera Guerra Mundial, entonces se hacen guerras zonales. ¿ Y esto qué significa? Que se fabrican y se venden armas, y con esto los balances de las economías idolátricas, las grandes economías mundiales que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero, obviamente se sanean. Este pensamiento único nos quita la riqueza de la diversidad de pensamiento y por lo tanto la riqueza de un diálogo entre personas” aseguró Papa Francisco. 

La Globalización de la solidaridad 

“La globalización bien entendida es una riqueza. Una globalización mal entendida es aquella que anula las diferencias. Es como una esfera, con todos los puntos equidistantes del centro. Una globalización que enriquezca es como un poliedro, todos unidos pero cada cual conservando su particularidad, su riqueza, su identidad, y esto no se da” dijo el Papa.

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