En nombre de la Iglesia católica de San Luis Potosí (México), el arzobispo Cabrero Romero pide perdón a las víctimas de la pederastia
Ante la delicada situación creada por los abusos sexuales a menores de edad del padre Eduardo Córdova Bautista –hoy en destino desconocido y prófugo de la ley— así como de algunos otros sacerdotes de la arquidiócesis de San Luis Potosí que están siendo investigados por este delito, el arzobispo de San Luis Potosí, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, pidió perdón a todos los niños que han sufrido abuso sexual de algún sacerdote.
El perdón que ha suplicado monseñor Cabrero Romero va dirigido, principalmente, a las víctimas del padre Córdova Bautista, a quien a fines de mayo el Vaticano redujo de su condición eclesial, pero también a sus familias y a las víctimas y familias de quienes hubiesen sido abusados por otro u otros sacerdotes de esta importante arquidiócesis, situada en el altiplano mexicano.
Según el grupo de acusadores del sacerdote Eduardo Córdova Bautista, quienes han colocado anuncios espectaculares en la capital potosina invitando a quien lo conozca y haya sido su víctima a denunciarlo, este sacerdote habría abusado sexualmente de cien menores, aunque hasta ahora son cerca de veinte los que han presentado una denuncia formal en su contra.
Córdova Bautista fue, por muchos años, apoderado legal de la propia arquidiócesis y también fungía como asesor en un instituto de transparencia y obra pública del actual gobierno estatal de San Luis Potosí.
En este mismo orden de ideas, ampliando la petición de perdón de la Iglesia católica a las víctimas de la pederastia, el arzobispo Cabrero Romero anunció la conformación de una Comisión de Justicia de Atención a las Víctimas a través de la cual se intentará subsanar, en la medida de lo posible, el daño causado por sacerdotes como Córdova Bautista, a las propias víctimas y a su entorno familiar.
En la parte medular de su mensaje, monseñor Cabrero Romero dijo: "Con humildad pido perdón a quienes hemos dañado, como pastor de la arquidiócesis de San Luis Potosí expreso públicamente mi dolor, solidaridad y preocupación por aquellos niños y niñas que hayan sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes criminales, que con estos actos tan deleznables han causado enorme daño, dolor, tristeza e indignación en sus inocentes víctimas y han llenado de vergüenza a la Iglesia".
Más adelante, al leer un mensaje vibrante, junto con el vocero de la arquidiócesis de San Luis Potosí -el padre Juan Jesús Priego Rivera-, el arzobispo Cabrero Romero condenó firmemente “estos terribles actos inmorales”, y pidió “al Pueblo de Dios que si sabe de estos crímenes tenga el valor y la responsabilidad de denunciarlos tanto a las autoridades civiles como eclesiásticas".
Acusado injustamente de encubrir la huida de Córdova Bautista, instó a éste a que "por el bien de su propia conciencia, y para evitar un mayor daño a la Iglesia, dé la cara y responda de los terribles crímenes de los que se le acusa, y asuma con responsabilidad las consecuencias de su condenable conducta".
Finalmente, monseñor Cabrero Romero dijo: “He advertido a mis sacerdotes que si alguno de ellos comete estos aberrantes actos, es denunciado, y probado el delito; ni un servidor, ni la arquidiócesis de San Luís Potosí defenderá o tolerará al delincuente, antes bien dejará que la autoridad civil y eclesial actúen con todo el rigor de la ley y pague por sus abominables crímenes".