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Martirio en Polonia: ¿Quien viene en mi auxilio?

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Gerardo Rodríguez - publicado el 05/06/14
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¿Es posible que la canción que acompañó a la toma de posesión como párroco lo acompañara también menos de 5 años más tarde mientras caía bajo las balas del pelotón de ejecución?
¿Es posible que la canción que acompañó a la toma de posesión como párroco lo acompañara también menos de 5 años más tarde mientras caía bajo las balas del pelotón de ejecución? Es posible, y está es la historia del padre Stanisław Kossak-Główczewski
 
El domingo 17 de febrero de 1935 la toma de posesión del nuevo párroco la hizo un delegado episcopal, el canónigo León Kozłowski, decano de Toruń. A pesar de las fuertes heladas una multitud de feligreses participó en la procesión desde la casa parroquial hasta la iglesia. "En el camino, la procesión marchaba a través de unas cuantas puertas triunfales de buen gusto, [que] fueron engalanadas con banderas de la iglesia y de la nación", así refiere una crónica de la época. Una banda local tocaba la melodía de la canción "¿Quién viene en mi auxilio?".

La melodía de la canción ejecutada por la orquesta de la brigada de Złotoria inauguraba una nueva etapa en la vida del padre Główczewski

mientras caminaba hacia la iglesia bajo un dosel, rodeado por los sacerdotes del decanato. En la solemne Eucaristía brilló el coro parroquial y la oración de súplica a la Madre de Dios, cantada por los feligreses "entre el repicar de las campanas y la música de la orquesta" acompañó su regreso a la casa parroquial. El tono cálido de esta última canción señalaba el camino para llevar a cabo su ministerio pastoral.

Equilibrado y tranquilo, era un hombre de una gran cultura. No se creía superior a pesar de estas aspiraciones intelectuales. Era recordado también por su pasión por la caza. Más de una vez se le vio vestido con el traje de cazador con una escopeta.
 
En el ministerio pastoral continuó con las asociaciones y fraternidades establecidas por sus predecesores, a saber: La Hermandad de la Templanza y la Cofradía de San Bárbara y también el Rosario Vivo y la Cofradía de Honor del Santísimo Sacramento, la Asociación de Jóvenes (masculina y femenina), la Congregación Mariana y las Obras Misionales Ponificias.

Así llegamos al 1 de septiembre de 1939 cuando por el capricho de dos dictadores se decide poner fin a una Polonia independiente. Los horrores de la guerra y el terror de la ocupación alemana ya han sido ampliamente descritos en las entregas anteriores. Mientras tanto en Kaszczorek…

El 17 de octubre de 1939, en la casa parroquial se hicieron presentes los alemanes del Selbstschutz. Le ordenaron al párroco tomar las cosas necesarias y unirse al alcalde Francisco Cieszyński, arrestado anteriormente. Más tarde detuvieron también al profesor Estanislao Dąbrowski de la misma localidad. Fueron llevados al Fuerte VII de Toruń, donde se unieron a aproximadamente 1.200 presos del distrito de Toruń, amontonados en las frías y húmedas celdas: los representantes de la intelectualidad, los terratenientes y un gran grupo de jóvenes. Comenzaron los interrogatorios, a menudo brutales. Sin embargo nadie esperaba lo peor.

"El sentimiento y la conciencia de ser inocentes en nosotros era tan grande que todo el mundo en voz alta o en silencio soñaba y jugaba con la idea de ser liberado (…). Estas y similares eran nuestras conversaciones también el sábado 28 de octubre 1939 "- se lee en las memorias del padre Wojciech Gajdus, antiguo alumno del padre Estanislao de la escuela secundaria, párroco de Nawry, uno de los 39 sacerdotes encerrados en el Fuerte VII.

Gracias a su relato ("el N º 20998 recuerda"), sabemos que cuando en la puerta de la celda se presentó un guardia con una lista de nombres de cerca de 130 personas y dio a los presos la orden de tomar sus pertenencias personales, ninguno esperaba la muerte. Por el contrario, los que fueron llamados esperaban ser liberados como el padre Główczewski quien consoló a otros, y le aseguró al padre Gajdus que cuando él quedara en libertad, lo invitaría a celebrar juntos este momento. "Se despidieron de nosotros con expresiones de alegría, ellos mismos marchaban alegres (…) desaparecieron en medio de la oscuridad hacia el ala izquierda de la fortaleza”.

Para ellos esta despedida alegre duró sólo un momento. En otra celda les ordenaron entregar relojes y dinero, quitarse la ropa, los zapatos y semidesnudos fueron transportados a un bosque distante 7 km de Barbarka. Un testigo accidental de la ejecución oyó cantar en medio de los disparos y los gritos "¿Quién viene en mi auxilio?”. Entonces los verdugos aún no introducían yeso en la boca de sus víctimas para silenciarlas. En la primera ejecución en Barbarka además del padre Główczewski fueron asesinados otros dos sacerdotes de la diócesis de Chelmno: los padres Roman Gdaniec de Czarnów y Juan Pronobis de Grębocin.

Ahora ampliemos los rasgos biográficos.

Stanisław Kossak-Główczewski nació el 21 de enero de 1893 en Mały Chełmy en el distrito de Chojnice, un gran pueblo distante a una hora a pie de la iglesia de Brusy. La parroquia de Brusy era fuente de vocaciones sacerdotales, por ejemplo en un período de 20 años dio a la Iglesia 19 sacerdotes, más que todas las parroquias de la diócesis de Chelmno.

Provenía de una familia de maestros descendiente de la nobleza de la región casubia. Los padres de Estanislao, León y Salomé Szopińska, criaron a cuatro hijas y siete hijos. Además de Estanislao también fue sacerdote su hermano León, unos nueve años más joven.

En los años 1903-1908 estudió en el Collegium Marianum de Pelplin, y tres años antes de la graduación – en la escuela secundaria de Chojnice. En 1911, después de graduarse, regresó a Pelplin e ingresó al seminario.

En el mismo año el vicerrector y director espiritual era el padre Konstantyn Dominik, más tarde obispo, hoy siervo de Dios, quien gracias a su noble personalidad tuvo un efecto saludable en la formación espiritual de los seminaristas. Después del subdiaconado Estanislao realizó estudios complementarios en Münster.

Cuando estalló la guerra, fue reclutado en el ejército prusiano como enfermero. Terminado el conflicto regresó al seminario. El primer año de posguerra fue una dura prueba. El seminario de Pelplin no estaba ajeno a esta coyuntura histórica y pesaba en los mismos seminaristas el tema de la pertenencia a la recién recuperada zona de Pomerania y esto se traducía en ásperas discusiones. Por otra parte el riguroso invierno de ese año hizo que, ante la carencia de alimentos y de combustible, el seminario se cerrara desde la Navidad de 1919 hasta la Pascua de 1920.

El 20 de marzo de 1920 sólo ocho "teólogos soldados" del último curso, entre ellos Estanislao Kossak-Główczewski, se presentaron ante el Obispo para recibir la ordenación sacerdotal, la primera desde el traslado de la sede episcopal de la diócesis a Pelplin en una Polonia independiente. También se encontraba como se ha señalado en una reseña anterior el siervo de Dios, el padre Anastasio Kręcki y el eminente liturgista el sacerdote Kazimierz Bieszke.

Los primeros pasos sacerdotales los dio en las parroquias de Chmielno y Sierakowice bajo el cuidado de quienes se destacaron en la causa nacional, los promotores de la educación y de la identidad polaca: los sacerdotes Konrad Hoffmann de Chmielno y Bernard Łosiński de Sierakowice.
 
En octubre de 1923 llegó a Toruń como profesor de religión y de historia en el Colegio Nacional. Nicolaus Copernicus. Enseñó durante 10 años, cumpliendo también la función de secretario del Círculo de Sacerdotes Prefectos y miembro de la Junta Directiva de Pomerania de la Sociedad de Profesores de Enseñanza Secundaria y Superior. Entre 1928 a 1932 perteneció a la Sociedad Científica de Toruń.

En 1926 publicó un artículo intitulado "Los esfuerzos para mantener la Pomerania polaca desde 1309-1343". Este estudio llama la atención sobre esta frase: " los caballeros teutónicos [en la guerra] se comportaron, con los grupos más vulnerables, con la población de pueblos y ciudades, ejerciendo sobre ellos todo su salvajismo desenfrenado y ferocidad inhumana. Saquearon todo lo que pudieron, no se libraron ni siquiera las iglesias”. ¿Esto es lo que le esperaba en 1939 a Polonia y al autor de este artículo?

A mediados de 1933 el obispo Okoniewski le confió la administración de la parroquia de Boleszynie (entonces decanato de Lidzbarski), cuando cayó enfermo su párroco, el benemérito sacerdote Teófilo Sychowski.
Por decreto del 1 de enero de 1935, el obispo de Chelmno nombró al padre Główczewski para el cuidado pastoral de Kaszczorek cuando el párroco, el Padre José Paszota, se retiró después de 20 años de trabajo en este extraordinario lugar situado en el cruce de Mazovia, Pomerania y Kujawy.
 
Sobre el alto acantilado se levantaba en estilo gótico la iglesia parroquial de la Exaltación de la Santa Cruz de fines del siglo XIII. El padre Estanislao se hizo cargo de la atención pastoral de dos mil almas de 9 aldeas, en su mayoría de familias campesinas con grandes zonas rurales: Złotoria Kaszczorek y las familias de pescadores de Kaszczorek, Silna y Grabowiec. En la parroquia también se encontraban 1.500 protestantes alemanes.
 
Finalmente digamos una palabra sobre la suerte de algunos familiares del padre Estanislao durante la guerra. Su sobrino Albin fue asesinado en el campo de Ciechanów, su sobrina Adelaide fue asesinada en 1945 durante la evacuación de la cárcel de Bydgoszcz, su hermano Román que era juez, murió en Stutthof, su cuñado Bronislaw Knitter, un maestro, fue fusilado en el bosque de Szpęgawsk, y su hermano, el sacerdote León fue encarcelado en Stutthof, Sachsenhausen y Dachau, donde sobrevivió hasta la liberación en 1945.
 

 

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