La denominación de la “Catedral de Córdoba”, su propiedad y si se debe permitir el culto islámico en ella es una eterna discusión en los medios de comunicación, aunque, como ha querido dejar claro el Cabildo, mediante la publicación de un folleto: “Desde hace más de siete siglos la Iglesia Católica ha sido la propietaria y la encargada de proteger y cuidar el legado cultural y artístico de la Catedral de Córdoba, antigua Mezquita”.
La polémica se ha reavivado hace pocos meses con la pretensión de la Junta de Andalucía de encargar un informe jurídico para saber si se puede expropiar la Catedral y una recogida de firmas en la que se pide que la Catedral pase a llamarse Mezquita y sea de propiedad pública.
Se trata de un tema y una polémica antiquísima, tanto como los 778 años de propiedad de de la Iglesia Católica, aunque hasta el año 1998 no se haya producido la "inmatriculación". En el siglo VI se construye el complejo de la basílica visigoda de San Vicente Mártir. A la llegada del Islam, en el año 785 comienza a contruirse la Mezquita sobre los pilares de lo que quedó de la destrucción de la Basílica.
Cuando se produce la Reconquista y en el año 1236 con la entrada de Fernando III, el templo vuelve a ser propiedad de la Iglesia Católica y se consagra como Catedral en el año 1239.
Desde hace pocos años la Junta Islámica de Córdoba y diversos colectivos han intentado luchar por un culto conjunto, por un cambio en la denominación del nombre del templo o por una expropiación para que pase a manos del gobierno de la región, en este caso la Junta de Andalucía.
“Sin la labor realizada por el Cabildo durante los últimos 778 años hoy no podríamos disfrutar del templo, un monumento que cada año es visitado por más de un millón de personas y que está abierto a todo el mundo”, destaca el Cabildo Catedralicio.
El folleto explica detalladamente la historia del Templo, desde su consagración como templo cristiano en 1236, su conversión en Catedral el 20 de junio de 1239 y su Declaración como Monumento Nacional en 1882 hasta el reconocimiento de la Junta de Andalucía de la titularidad eclesiástica en 1991 y su posterior inmatriculación en 1998. “Hasta el año 1998 la ley española no permitía inscribir en el Registo de la Propiedad ningún templo católico abierto al público. Se daba por hecho la titularidad”, explica el Cabildo, que muestra que lo que se hizo en ese año fue “registrar la titularidad de una propiedad que ya se poseía”.
El Cabildo Catedralicio va más allá y también explica qué se hace con el dinero que se obtiene de los ingresos de la Catedral y muestra que “sólo en los últimos ocho años, el Cabildo ha destinado más de 20 millones de euros a obras de mantenimiento y más de 16 millones de euros a obras de mantenimiento social”. Entre estos proyectos están Caritas, Misiones, Proyecto Hombre o la Casa del Transeunte.
Finalizan dando respuesta a la denominación del templo: “¿Cómo la llamamos?, se preguntan: “Para muchos es la Catedral, para otros la Mezquita-Catedral y para otros la Mezquita”. El Cabildo muestra su opinión al respecto: “lo más importante no es la denominación, sino que al igual que viene haciendo desde hace más de siete siglos, el templo siga respetándose y cuidándose de generación en generación durante muchos siglos mas”.
Hoy celebramos a...