Este fin de semana, distintos colectivos pro-vida reunidos en Roma han pedido a los obispos que nieguen la comunión a los políticos que públicamente son proaborto y en la misma reunión el cardenal Burke afirmaba que esta comunión se convierte en un “sacrilegio”.
No es la primera vez que el cardenal Burke explica las consecuencias de comulgar en pecado mortal y ya en el año 2008 mostraba que “Si tenemos un pecado mortal en la conciencia, debemos primero confesarnos de ese pecado y recibir la absolución, y sólo después acercarnos al Sacramento Eucarístico”.
La negación esta clara
El tema de la prohibición de la comunión a los políticos que abiertamente aceptan el aborto es un tema recurrente y ya el Cardenal Arinze en unas declaraciones que dieron la vuelta al mundo y en una sesión de preguntas y respuestas en Familyland lo dejó claro: "No hace falta que responda a esa pregunta un Cardenal. Los niños de Primera Comunión saben la respuesta”.
"¿En realidad necesitan a un cardenal del Vaticano para contestar eso?. Busque a niños que se preparan para la Primera Comunión y díganles que alguien vota por el asesinato de bebés no nacidos; y luego dice: ‘Yo voté por eso, y votaré así cada vez que tenga que hacerlo y estos bebés serán asesinados, no uno ni dos, sino millones’; y esta persona dice también ‘soy un católico practicante’… ¿Puede esta persona recibir la Comunión al siguiente domingo?. Los niños de Primera Comunión te responderían con toda rapidez. No necesitan ustedes un cardenal del Vaticano para responder a eso"
¿Por qué esta negación?
Lo que quizá mucha gente desconozca es que desde la Iglesia se considera que cuando un obispo niega la comunión eucarística a un político que apoya iniciativas gravemente contrarias a la moral de la iglesia lo que está realizando no es una reprobación pública, sino “un acto de misericordia”. Así lo calificaba hace pocos meses el obispo de Portsmouth (Inglaterra).
Cuando los políticos, quienes desempeñan una importante función en de la vida pública, "no están en comunión con la Iglesia Católica en cosas tan centrales como el valor de la vida del niño no nacido y también con respecto a las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, entonces no deberían estar recibiendo la Sagrada Comunión", explicaba el prelado.
No obstante no lo considera una condena sino una manera de esperar que esta persona reaccione y pueda volver a la comunión con la Iglesia."Nadie está forzado a ser católico. Estamos llamados por Cristo y Él nos ha elegido, es una opción libre", declaraba, al tiempo que indicaba que el seguimiento libre de Cristo conlleva una responsabilidad.
Leyes del aborto y falsas excomuniones
Las leyes del aborto proliferan en todos los países del mundo y los obispos y las conferencias episcopales han sido tajantes ante este tema en sus comunicados. Piden a los políticos pro aborto que no se acerquen a recibir la comunión, lo que no significa que sean excomulgados.
La excomunión impide acceder a todos los sacramentos: ni bautizos ni extrema unción ni matrimonio católico… y sólo puede levantarla un obispo. En el caso de los políticos pro-aborto nos encontraríamos ante un tema distinto, el de permanecer en “pecado mortal” y esa es la causa de no poder acceder a la comunión.
En Bolivia y ante la promulgación de la ley, el Secretario General Adjunto de la CEB, Mons. José Fuentes, declaró que las autoridades del gobierno que apoyan el aborto "no tendrían que acercarse a la comunión", porque no es coherente con su fe, y con las enseñanzas del Evangelio y la Iglesia.
En España, el por entonces portavoz monseñor Martínez Camino explicaba ante preguntas de los periodistas: “La eliminación de seres humanos inocentes es incompatible con la conciencia cristiana. Quien hace eso, ya no está en comunión con la Iglesia. Ahora bien, en la práctica concreta de los sacramentos, la medida a tomar no se puede generalizar. Depende de cada caso. Es el obispo y el párroco quien conoce el estado real de la conciencia del feligrés”.
La siempre especial comunión de los políticos
Un documento de 2002 del entonces cardenal Ratzinger, como Prefecto de la Doctrina de la Fe, insiste en que los legisladores, como todos los católicos, "tienen la precisa obligación de oponerse a toda ley que atente contra la vida humana".
“No pueden participar en campañas de opinión a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con el propio voto”. No obstante se ofrece una única excepción, el apoyar una ley mala como única forma de evitar otra peor.
Hoy celebramos a...