Entrevista al Cardenal Arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino. El papa Francisco sigue con atención la situación que preocupa a Venezuela y espera que “los conflictos se resuelvan de una manera pacífica”, informó el cardenal Jorge Urosa Savino después de un encuentro con el Pontífice.
El alto prelado de la iglesia venezolana se encuentra en Roma porque asistió el domingo a las canonización conjunta de Juan XXIII y Juan Pablo II. Se refirió a su reunión del pasado martes con el papa Francisco: “Tuve una audiencia sumamente grata y reconfortante. Estoy muy agradecido a Su Santidad quien, a pesar de estar muy ocupado, me dedicó un tiempo de su complicada agenda”.
A su inevitable discreción sobre las opiniones del Papa respecto a Venezuela, el cardenal Urosa comentó: “Puedo sólo decir que hace votos por la paz en Venezuela y que espera que podamos solucionar nuestros conflictos, de hecho, el papa Francisco ha aceptado la invitación que le formularon tanto el Gobierno como la oposición para que el Vaticano participe como testigo de buena fe en el diálogo que actualmente se realiza en Caracas”: “El Papa está muy bien informado. A través de su Secretaría de Estado, conoce bien todos los aspectos de la situación venezolana, mantiene contactos con diversos sectores de la vida nacional y puedo asegurar que está muy interesado en resolver nuestros conflictos de manera pacífica”, agregó.
El cardenal Urosa Savino consideró necesario e interesante el diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y los representantes de la oposición, con cancilleres de Unasur María Ángela Holguín (Colombia), Ricardo Patiño (Ecuador) y Luiz Alberto Figueiredo (Brasil), y el nuncio apostólico Aldo Giordani, como testigos de buena voluntad. “Las conversaciones empezaron el 10 de abril, televisadas en cadena nacional, se inició una especie de debate, con una serie de reclamos, arrancando así una fase muy interesante, ahora se hacen privadamente y no hay mucha información pública directa, pero hay que seguir, y yo hago votos para que se produzcan resultados concretos, que toquen la raíz de los problemas, para volver a la convivencia social pacífica, asimismo espero que se atiendan a los reclamos de los estudiantes, para mantener un correcto nivel en el dialogo es importante que se los escuche”.
Admitió que es necesaria la moderación del lenguaje. “En un diálogo sincero no se pueden usar palabras altisonantes, en diversos escenarios, contra las personas que dialogan, también contra los estudiantes”, dijo Urosa quien, a pesar de todos las dificultades que se le plantearon en esta conversación, sigue creyendo que es “una oportunidad para la esperanza”.
Subrayó “la enorme responsabilidad que tienen los actores políticos, Gobierno y oposición, sobre todo del Gobierno, que es el que tiene el poder en la mano, ellos responderán ante Dios, ante la historia y ante las próximas generaciones sobre la voluntad de promover la paz en Venezuela”.
Ante el temor de que la radicalización del chavismo haya ido demasiado lejos y sea inevitable una mayor cubanización del país, opinó que “en Venezuela hay suficiente cultura política como para poder reaccionar”.
Frente a la decepción de algunos venezolanos residentes en Italia que consideraron al Papa demasiado parco, al menos públicamente, con el tema de las manifestaciones estudiantiles y la represión policial en Venezuela, el cardenal Urosa no estuvo de acuerdo. Aclaró que se trata de una imprecisión, recordando que el Pontífice habló en la audiencia general del miércoles 26 de febrero, catorce días después de comenzados los disturbios y que, en cualquier caso, “el pronunciamiento, una vez que se hace, está vigente, no es necesario repetir las declaraciones o hablar cada vez que se presente la oportunidad”. Lo mismo sucede cuando la Conferencia Episcopal Venezolana emite una declaración, se considera un pronunciamiento vigente porque la Iglesia no puede hacer mucho más.
Por otra parte, algunos observadores europeos han manifestado cierta perplejidad ante declaraciones del papa Francisco en contra del sistema de economía liberal, que han llevado a ciertos sectores de izquierda a aprovecharlas y politizar las palabras del Papa, el mismo Pontífice aclaró que no es socialista, sino que habla pensando en el Evangelio. “Por supuesto que el Papa no es socialista, pero no hay que olvidar la presencia de Jesucristo en el Evangelio de los pobres”, enfatizó el cardenal.
“La iglesia en Latinoamérica ha subrayado la opción preferencial, no exclusiva, ni excluyente, por los pobres. Benedicto XVI, en su discurso en la reunión de Aparecida (Brasil), dijo que la opción por los pobres “está inscrita en la cristología de la iglesia”, y esto no tiene nada que ver con los sistemas totalitarios, estatistas, comunistas o marxistas”, acotó.
En cuanto a las simpatías por el chavismo, o por el actual Gobierno, que muestran algunos sacerdotes venezolanos, el cardenal dijo que siempre pide “a todos que no utilicemos el ministerio sacerdotal para hacer proselitismo político. No somos operadores políticos”.
Consultado sobre la actitud del actual Gobierno con la iglesia, señalo que no es negativa si se está utilizando la representación vaticana en las conversaciones, “porque la iglesia es objetiva, imparcial y busca el bien del pueblo, no es un adversario político”. Y, consultado sobre la posibilidad de que se la esté usando como pantalla engañosa, aseguró que “los líderes de la iglesia no son tan ingenuos como para dejarse manipular”.
Deuda de afecto con Juan Pablo II
Jorge Urosa Savino, que fue elevado a cardenal en marzo del 2006 por el hoy papa emérito Benedicto XVI, resaltó la importancia de la canonización conjunta del pasado domingo 27 de abril. “Son dos canonizaciones muy importantes porque fueron dos papas de gran influjo en la vida de la iglesia de los últimos 60 años, Juan XXIII le dió un gran impulso con el Concilio Vaticano II y Juan Pablo II fue el mensajero de Jesucristo en rescate de la dignidad del hombre”.
“Yo, personalmente, siento un gran reconocimiento y cariño hacia Juan Pablo II, que me nombró obispo auxiliar de Caracas, en 1982, arzobispo de Valencia, en 1990 y arzobispo de Caracas en el 2004, tenía una deuda de afecto y me pareció importante manifestarla con mi presencia en Roma”, agregó.
Por cierto, en la ceremonia de canonización del domingo, a Urosa le tocó sentarse exactamente detrás de Benedicto XVI.
A la pregunta de cómo es visto el papa Francisco en Venezuela, respondió, “¡muy bien! Los venezolanos católicos -obispos, sacerdotes, religiosos y los fieles- están muy contentos con Francisco, por su integridad, su personalidad y sintonía con la gente común, le está dando un nuevo aire a la evangelización. Dios está llevando a la iglesia, a través del gran gesto de renuncia de Benedicto XVI, a un momento de nuevo impulso evangelizador. Es importante que los católicos lo escuchemos, no sólo con simpatía, sino que hagamos lo que él quiere que hagamos”.
Por ELIANA LOZA SCHIANO | EL UNIVERSAL.com. Artículo publicado por Reporte Católico Laico
Hoy celebramos a...