“¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?”, hace repetir a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro para la audiencia general
Buscamos entre los muertos al que vive cada vez que nos encerramos en el egoísmo y nos dejamos seducir por el poder y las cosas de este mundo, olvidando a Dios y al prójimo, dijo el Papa este miércoles 23 de abril en su catequesis de la audiencia general, celebrada en la plaza de San Pedro.
Teniendo en cuenta la tenue lluvia que caía sobre Roma, el Papa decidió recibir en primer lugar a los enfermos en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En su catequesis recordó que en estos días celebramos con alegría el gran misterio de la resurrección de Cristo. Y dijo que se trata de una alegría auténtica, profunda, que se basa en la certeza de que Cristo resucitado ya no muere más, sino que vive y actúa en la Iglesia y en el mundo.
Francisco afirmó que no es fácil aceptar la presencia del resucitado en medio de nosotros. De hecho, el ángel había preguntado a las mujeres, la mañana de Pascua: “¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?”. Esto, dijo, nos debe interrogar también a nosotros.
“Buscamos entre los muertos al que vive – afirmó el Papa Francisco – cada vez que nos encerramos en el egoísmo o en la autocomplacencia, cuando nos dejamos seducir por el poder y las cosas de este mundo, olvidando a Dios y al prójimo, cuando ponemos nuestra esperanza en vanidades mundanas, en el dinero o el éxito; cada vez que perdemos la esperanza o no tenemos fuerzas para rezar, cada vez que nos sentimos solos o abandonados de los amigos, e incluso de Dios, cada vez que nos sentimos prisioneros de nuestros pecados”.
Y añadió que esa advertencia del ángel nos ayudará a salir de nuestras tristezas y a abrirnos a la alegría y a la esperanza.
Al saludar con afecto a los peregrinos que asistieron a esta primera audiencia tras la Pascua de Resurrección, el Obispo de Roma deseó que en este tiempo pascual “abramos nuestra vida al encuentro con Cristo resucitado y vivo, el único que puede dar verdadera esperanza”.
También expresó su tristeza por el extendido problema del desempleo y exhortó a todos a hacer algo para acabar con él: “Por favor, abrid los ojos y no permanezcáis con los brazos cruzados”.