Hoy es Dios el que te tiene a su mesa de invitada sigues siendo mi madrina y la luz de mi vida
Yo tuve la suerte de vivir disfrutando por muchos años de mis abuelos paternos. A mis abuelos maternos soólo los conocí por foto, pero igual los pude encontrar muchas veces en mi mamá y en sus hermanos.
Poder disfrutar de los abuelos es algo que debo agradecer a Dios y a mis padres porque Dios les dio vida los años suficientes para que así fuera, pero mis padres también supieron dejar que nuestra relación nietos/abuelos fuera nuestra y no se mezclara con problemas normales de familia, por ejemplo.
Tengo tantos recuerdos hermosos que no podría elegir uno para contar, serían muchos, una pequeña lista es la que siempre llevo conmigo y no pasa un día sin que la repase: los mates, juegos de cartas, cuentos y paseos con la abuela; los partidos de futbol, caminatas y consejos del abuelo.
Tantas cosas hermosas tengo de ellos que hasta me animé a escribir una novela para seguir viviendo con ellos. (Un parte en: http://jorgeomunoz.wordpress.com/category/mi-abuelo-y-yo/)
Pido a Dios cada mañana y cada noche por ellos, pero también para que ningún niño del mundo pierda la posibilidad de disfrutar de los suyos, porque estoy seguro que la familia no es la misma sin abuelos, que la vida es muy diferente sin ellos.
me llenaste de alegrías
Mates dulces por las tardes
mi merienda preferida
En tu mesa siempre estaba
la familia reunida
fuiste el faro que nos guía
ese ser que a todos cuida
Hoy es Dios el que te tiene
a su mesa de invitada
sigues siendo mi madrina
y la luz de mi vida
Artículo publicado originalmente por jorgeomunoz.wordpress.com