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Veinte años después del genocidio en Ruanda que causó la muerte de un millón de personas, el Papa Francisco recordó que la Iglesia católica tiene como prioridad “la reconciliación y la curación de las heridas”, al recibir este jueves a ocho obispos de la Conferencia Episcopal de Ruanda en la visita ad limina.
Los obispos de todo el mundo tienen con el Papa un encuentro cada cinco años; en esta oportunidad los obispos del país centroafricano, recibieron palabras de ánimo “para perseverar en el compromiso” de la Iglesia por el “perdón de los pecados“ y la paz, que podrían “parecer imposibles después de tanto sufrimiento”.
La reconciliación y la paz para Ruanda
El Papa Francisco dijo a los obispos que el camino de la reconciliación es posible a través del don que se recibe en Cristo aunque sea un camino largo que “requiere paciencia, diálogo y respeto mutuo”.
En este cambio, el Obispo de Roma ha reconocido el papel activo de la Iglesia: “Así pues, adelante con vigor, con toda la fuerza de su fe y la esperanza cristiana, dando constantemente testimonio de la verdad”.
El sucesor de Pedro confirmó la importancia de “que, más allá de los prejuicios y las divisiones étnicas”, la Iglesia de Ruanda “hable con una sola voz, manifieste su unidad y reafirme su comunión con la Iglesia universal”.
Además exhortó a consolidar las relaciones Iglesia y Estado para la construcción social de la nación.
El evangelio y la educación, claves
El pontífice subrayó la aportación de la Iglesia en sectores como la educación y la salud en Ruanda, y destacó que hay muchas personas que se dedican con devoción a las víctimas de la guerra, que dejan “heridas en el alma o en el cuerpo”. El Papa dirigió su pensamiento a las viudas, los huérfanos, los ancianos y enfermos.
El futuro del país está en las manos de los jóvenes. Por ende, afirmó que “es deber de la Iglesia formar a los niños y los jóvenes en los valores del Evangelio que (···) serán para ellos como una brújula que indica el camino. Tienen que aprenden a ser miembros activos y generosos de la sociedad, porque en ellos reside su futuro”.
Hombres y mujeres competentes y honrados
En la misión de la Iglesia en la reconstrucción del país, el Papa afirmó que los hombres y mujeres del país tienen un “papel crucial” y su labor en la sociedad será creíble en la medida que sean “competentes y honrados”.
El Papa Francisco además hizo un llamado a los obispos para que atiendan a las familias ruandesas, tantas de ellas “desgarradas y recompuestas” por la guerra.
Asimismo, puso su atención y gratitud hacia los sacerdotes que tienen una tarea gravosa debido a que son poco numerosos respecto a todo lo que la misión les requiere.
El Santo Padre en su alocución ha encomendado el país a la protección de la Virgen María. “Es mi ferviente esperanza que del Santuario de Kibeho irradie aún más el amor de María por sus hijos, especialmente por los más pobres y perjudicados”, concluyó.