Entrevista al historiador Carlos Francisco Vera SotoLos Misioneros del Espíritu Santo, la primera orden religiosa generada en el siglo XX en México, cumplen cien años de vivir con la Iglesia este 2014. Gracias a la inspiración de una mujer, esposa y madre de familia (hoy en proceso de ser considerada para los altares), Concepción Cabrera de Armida, una “enamorada de Jesucristo” y al celo apostólico del padre Félix de Jesús Rougier, francés de nacimiento quien fue el “molde” del que se sirvió Dios para la inspiración de Concepción Cabrera de Armida, los Misioneros son, hoy una realidad extendida en varios países del mundo.
Con motivo de estas fiestas del centenario de los Misioneros del Espíritu Santo, Aleteia ha querido entrevistar al sacerdote e historiador Carlos Francisco Vera Soto, autor del libro: Historia de los Misioneros del Espíritu Santo. I. Los orígenes. Fundar entre abrojos, 1894 – 1914. Para tocar no solamente la trama de este primer volumen, sino de los que vendrán muy en el recuento del primer centenario de esta Orden.
¿Qué lo ha motivado a hacer una obra –que será de varios volúmenes – sobre los Misioneros del Espíritu Santo?
La verdad, ésta no es una iniciativa personal. Desde hace varios años, en concreto desde el año 1999, el Consejo General de los Misioneros del Espíritu Santo, previendo que en el año 2014, cumpliríamos 100 años de haber sido fundados, me encomendó la elaboración de esta historia.
En la estructuración que pude articular, me pareció que estos volúmenes abarcarían, el número uno –que es el que ya está publicado– de la primera idea de fundar Misioneros del Espíritu Santo, a la fundación por el padre Félix de Jesús Rougier, 1894-1914.
El segundo volumen va de la fundación a la muerte del padre Félix (1914-1938) y el tercer volumen abarcará de la muerte del fundador al Concilio Vaticano II; es decir, hasta 1962.
¿Qué aspectos toca el primer volumen, “Los orígenes, fundar entre abrojos”, 1894 – 1914?
Este primer volumen abarca el complejo entramado histórico en el que surgió esta congregación mexicana, se estudian los problemas que tuvieron que enfrentar los protagonistas al surgir la idea de una mujer, ama de casa, casada y con hijos que tenía una profunda vida mística.
Esta señora era Concepción Cabrera de Armida, quién encontrándose con el padre Félix de Jesús Rougier, Misionero Marista, francés de nacimiento, dan paso a la idea de una fundación de sacerdotes religiosos que doña Concha Cabrera aseguraba que Dios le pedía que se fundara.
Se estudian los contextos históricos; el porfiriato, la revolución, etcétera. Nos podemos enterar a través de estas páginas, de lo complejo de las negociaciones entre las Iglesias particulares y el Vaticano.
Es un viaje en donde desfilan múltiples personalidades, situaciones diversas, teniendo como hilo conductor la búsqueda de la voluntad de Dios por estos dos protagonistas; padre Félix y doña Concha Cabrera, apoyados por el grupo de obispos mexicanos más representativos de ese tiempo. Es pues un paseo por la historia de la Iglesia mexicana y universal de aquellos tiempos.
¿Podría darnos un adelanto de lo que se ocuparán los siguientes volúmenes?
En líneas generales los siguientes volúmenes pretenden historiar el desarrollo y la penetración apostólica de esta congregación nacida en México en plena revolución.
Después de la congregación de los Misioneros Josefinos, fundados por el padre José María Vilaseca en 1872, la primera congregación mexicana fundada en el siglo XX es la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo que alcanzó una penetración significativa al estar vinculada a las Obras y a la familia de la Cruz.
¿Cómo están distribuidos los Misioneros del Espíritu Santo en la actualidad?
Los Misioneros del Espíritu Santo están divididos en tres provincias. La provincia de México, que abarca, México (centro-sur), Costa Rica, Colombia y España; la provincia Félix de Jesús, que abarca una parte de México (norte) e Italia; la provincia de Cristo Sacerdote que abarca Estados Unidos y la Jurisdicción inmediata del Superior General, con tres comunidades: Consejo General en México. Centro de Investigación en México y Procura Generalicia en Roma.
Por cierto, durante este año 2014, año del centenario de la fundación, los Misioneros del Espíritu Santo estamos buscando dos nuevas fundaciones en América Latina.