Caritas Marruecos denuncia detenciones en la calle, en el bosque o en territorio español
Caritas-Marruecos ha emitido un comunicado en el que constanta la llegada diaria de “decenas, y después de centenares de emigrantes (a veces de menores) dejados en diversos lugares de aglomeración de Rabat (sobre todo en la estación Kamra) por autobuses requisados por las fuerzas del orden provenientes de la regiones próximas de Ceuta y Melilla”.
Según explica, muchas de estas personas son detenidas en intentos de pasar la frontera con Ceuta y Melilla, pero muchas otras “manifiestan haber sido detenidas en la calle, en su lugar de residencia en el bosque o en territorio español”.
“Hasta la fecha no hemos logrado obtener una explicación oficial sobre el motivo de estas prácticas de “desplazamiento forzado”, fuera de todo procedimiento judicial individual”, explica la organización de la Iglesia.
Estas personas llegan a Rabat abandonadas y desde Caritas se las atiende: “nosotros prestamos atención a un número creciente de heridos que presentan fracturas y diversos traumatismos que ellos atribuyen en gran parte a la violencia recibida de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos o de la Guardia Civil durante la prestación”.
Actualmente en Caritas se encuentran desbordados: “Caritas, que ha acompañado a más de 16.000 emigrantes en Rabat desde 2005, ha cerrado sus puertas de modo permanente desde el 24 de marzo de 2014 al no poder hacer frente a una afluencia exagerada (un centenar cada día) y a situaciones médicas (muchas heridas graves), que superan sus posibilidades”.
Mensajes a Marruecos y a España
Por todo ellos recomiendan “a las autoridades marroquíes responsables de la seguridad en las fronteras que sean dadas cuanto antes algunas indicaciones para poner fin a las violencias en los interrogatorios, garantizar el respeto de los procedimientos individuales e interrumpir los “desplazamientos forzados” en el interior del país”.
También piden a las autoridades españolas poner fin a las expulsiones ilegales hacia Marruecos de emigrantes que han entrado en sus territorios, y vigilar para que la cooperación con el Reino de Marruecos sirva para “desterrar toda forma de violencia ejercida contra los emigrantes en situación irregular en los interrogatorios”; “garantizar a los emigrantes irregulares en caso de arresto, la detención provisional o de juicio, el acceso efectivo a la justicia (posibilidad de abogado y de intérpretes competentes, acceso a las autoridades consulares, acceso a los procedimiento de asilo, acceso a las atenciones médicas, etc) y que la gestión de la frontera se inscriba en el más estricto respeto de las dos legislaciones nacionales y del derecho internacional, y recordar a sus servicios de policía la prohibición del uso de violencia con los emigrantes.