Testimonio del Arzobispo de Palo en la Sede de Ayuda a la Iglesia Necesitada
Monseñor John Forrosuelo Du, arzobispo de Palo (Filipinas) ha participado esta mañana en una rueda de prensa organizada por la Fundación de la Santa SedeAyuda a la Iglesia Necesitada (AIN) para testimoniar la situación en la que se encuentra su dióciesis a los 4 meses del devasatador tifón Haiyan.
El pasado 8 de noviembre la zona central de Filipinas sufrió los dramáticos efectos del tifón Haiyan, el más potente desde que existen datos para registrarlos. Produjo más de 6.000 muertos y 3,8 millones de personas se quedaron sin casa. La diócesis más afectada fue Palo y su ciudad principal Tacloban quedó destruida en el 80% de sus infraestructuras.
Sin embargo, según ha afirmado Monseñor Du, los católicos, el 95% de la población de la Isla de Leyte, mantienen la esperanza y la fe. “Tras el tifón, la gente ha vuelto a la Iglesia con más fuerza y alegría. Los laicos y el clero local han continuado su vida de fe”. El prelado ha reconocido que “Dios nos ha dado más fortaleza y nos ha permitido vivir la Cruz para que nos acerquemos más a Él, en momentos buenos y malos”.
Mons. Du ha señalado que aún quedan por delante tres retos para la Iglesia y la sociedad: el primero, dar apoyo a material y espiritual; segundo, continuar con las acciones para normalizar la vida cotidiana, ayudando a los granjeros que han perdido sus tierras y a los pescadores que se han quedado sin sus embarcaciones; y en tercer lugar, “el más importante”, según el prelado:reconstruir las iglesias y capillas destrozadas. Este último punto es muy importante para la gente, como afirma Mons. Du.
Reconstrucción de la Iglesia
En la archidiócesis de Palo han quedado destruidas 70 iglesias y muchas capillas, “que no sólo son lugares de oración, sino puntos de encuentro de los vecinos, donde se reunen, se reparte la ayuda y se da apoyo psicológico”, asegura el arzobispo.
D. John F. Du reconoce que la experiencia de la catástrofe ha fortalecido la fe y la esperanza de todos, “Dios tiene la intención de que yo y mi gente entablemos una relación más fuerte con Él”. Actualmente, los católicos de Palo están viviendo la Cuaresma “muchos con corazones rotos”, pero el prelado cuenta que “está muy orgulloso del clero, cómo está con la gente y también cómo todos los fieles están consolándose unos a otros sin perder la alegría”.
Esta fundación envió en noviembre una ayuda urgente de 110.000 €. Filipinas es un país de ayuda prioritaria para AIN, que lleva apoyando desde 1969 con una cantidad total de 38 millones de euros. En concreto, la ayuda aportada desde España ha sido una de las más generosas, llegando a recaudar 660.000 € en los últimos meses para Filipinas. Los principales proyectos son para la reconstrucción de iglesias y el sostenimiento de los más de 200 seminaristas de Palo. “Muchas gracias a todos los benefactores, por vuestra ayuda y vuestras oraciones”, ha finalizado Mons. Du.