La arquidiócesis de Bogotá clausuró este lunes, 24 de marzo, la celebración de su Año Jubilar por los 450 años de su fundación, con la celebración de la eucaristía presidida por el cardenal Rubén Salazar, y concelebrada por el arzobispo wmérito de Bogotá, el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, así como el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Ettore Balestrero.
Miles de fieles participaron en los actos de esta clausura que tuvo como lema: ¿Quiénes somos? … Testigos del amor de Cristo. Estamos llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra.
Durante la conmemoración también tuvo lugar una procesión en honor a la Virgen María, desde la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves hasta la Plaza de Bolívar, que contó con la participación de los movimientos e instituciones marianas de Bogotá, entre los que se encontraban los Hijos de la Madre de Dios, el movimiento Lazos de Amor Mariano, los Heraldos del Evangelio y los Laicos Eucarísticos Marianos, entre otros.
En su homilía, el cardenal Ruben Salazar explicó que el mensaje de Jesucristo "ha resonado en estas tierras ininterrumpidamente desde los primeros momentos en los que llegó el Evangelio a nuestra tierra que hoy, hace 450 años, empezó a resonar de una manera nueva en el seno de la arquidiócesis de Bogotá".
“A lo largo de todo este tiempo millones de personas han escuchado esa alegre noticia, la han acogido en su corazón por la fe y, por lo tanto, han hecho de su vida una vida plena, una vida de comunión profunda con Dios y de comunión profunda con sus hermanos", mostró el arzobispo de Bogotá.
También recordó la Iglesia "vive para reflejar la persona de Jesucristo, para hacer posible que los seres humanos descubran esa presencia de Jesucristo, y por lo tanto, que los seres humanos, al escuchar la Palabra de Dios, puedan darle al Señor la adhesión de la fe”.
Mensaje del Papa Francisco
El Papa Francisco dirigió un mensaje a la comunidad arquidiocesana de Bogotá. En su nombre, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano, mostró su unidad espiritual a la acción de gracias de la Iglesia capitalina "por los abundantes dones de vida cristiana alcanzados en esos años".
En dicha misiva, el Secretario señala: "En esta gozosa circunstancia el Sumo Pontífice les exhorta a renovar su compromiso en la promoción de una vasta labor de evangelización, para que, mediante la sólida formación doctrinal, en la participación activa en la vida litúrgica y el testimonio constante de caridad, como discípulos y misioneros de Jesucristo, sean fermento de paz y reconciliación en la sociedad".
Asimismo -continúa el mensaje- Su Santidad "los invita, además, a irradiar por doquier la alegría de saberse amados por Dios, sostenidos por su gracia, y acompañados continuamente por su misericordia, que se extiende de generación en generación por aquellos que la invocan con profunda humildad".