Monseñor Víctor Fernández e Ismael Quiles, entre otrosEstoy terminando de leer esta Exhortación Apostólica del Papa Francisco. Fui demasiado lento, no sólo porque su lectura me agarró en pleno calor estival; también porque, además de subrayar el texto como siempre hago, me fui tomando el trabajo de escribir en un cuaderno un brevísimo comentario de cada número que me interesaba. Y fueron muchísimos.
Lo que de una me encantó es que es el primer escrito realizado en español por parte de un papa. Más aún: se nota que está escrito en “argentino”. Y no sólo las expresiones, sino que el trasfondo mismo del texto está muy marcado por la Teología del Pueblo, de raigambre en nuestras pampas.
Para quienes todavía no la han leído, les recomiendo que la compren en la librería católica más cercana a su domicilio. Pueden encontrar la versión digital en este link. Y como introducción pueden leer este resumen que hizo Nicolás Lafferriere.
Muchos autores eclesiales europeos…
En la presentación del documento, que se hiciera a través de una conferencia de prensa, el arzobispo Lorenzo Baldisseri, refiriéndose a las citas de autores que el Papa hiciera, dijo:
“Este desarrollo se enriquece con referencias a los padres de la Iglesia, entre ellos san Ireneo, san Ambrosio y san Agustín –por citar algunos–. Además se apoya en la contribución de los maestros medievales, como el beato Isaac de Stella, santo Tomás de Aquino y Tomás de Kempis; entre los teólogos modernos aparecen el beato John Henry Newman, Henri de Lubac y Romano Guardini, y otros escritores, entre ellos Georges Bernanos”.
Esto me indignó un poquito. Aunque enseguida comprendí que para un europeo era natural citar a todos estos autores europeos… porque son los que conoce todo el mundo (“civilizado”). Pero claro… este Papa que vino desde el fin del mundo… también se trajo el bagaje cultural de su patria.
Y para que esto quede claro citó expresamente a dos argentinos. Y está el pensamiento teológico de un tercero como trasfondo. Y, como papa, abunda en citas de un documento de obispos latinoamericanos en cuya redacción está un cuarto argentino.
Pero bueno… no lel pidamos a los europeos que se den cuenta de estos detalles. Para remarcarlos (con la típica humildad argentina que tanto nos caracteriza en el mundo), estamos aquí nosotros.
El arzobispo de la UCA
Por los pasillos se decía que era quien le estaba ayudando al Papa en la redacción del documento. Así que su inclusión no me sorprendió. Me refiero al recientemente designado arzobispo, monseñor Víctor Fernández. En este link pueden enterarse de su biografía y de su extensa actividad literaria.
Es una pensador interesante, que aporta muchas luces para cuestiones bien concretas de la gente.
El Papa apoya con su autoridad intelectual lo afirmado en el n° 263 de la exhortación, que está en el contexto de las motivaciones que debe tener el discípulo para un renovado impulso misionero:
“Es sano acordarse de los primeros cristianos y de tantos hermanos a lo largo de la historia que estuvieron cargados de alegría, llenos de coraje, incansables en el anuncio y capaces de una gran resistencia activa. Hay quienes se consuelan diciendo que hoy es más difícil; sin embargo, reconozcamos que las circunstancias del Imperio romano no eran favorables al anuncio del Evangelio, ni a la lucha por la justicia, ni a la defensa de la dignidad humana.
En todos los momentos de la historia están presentes la debilidad humana, la búsqueda enfermiza de sí mismo, el egoísmo cómodo y, en definitiva, la concupiscencia que nos acecha a todos. Eso está siempre, con un ropaje o con otro; viene del límite humano más que de las circunstancias. Entonces, no digamos que hoy es más difícil; es distinto.
Pero aprendamos de los santos que nos han precedido y enfrentaron las dificultades propias de su época. Para ello, os propongo que nos detengamos a recuperar algunas motivaciones que nos ayuden a imitarlos hoy”.
La cita hace referencia al texto Espiritualidad para la esperanza activa. Acto de apertura del I Congreso Nacional de Doctrina Social de la Iglesia, Rosario (Argentina), 2011: UCActualidad 142 (2011), 16. En este link pueden leerlo completo.
Me atrevo a afirmar que esta cita es solamente una manera de “presentarlo en sociedad”, ya que varios conceptos (en el presente o en el pasado) seguro que fueron elaborados en conjunto con este teólogo argentino.
Un jesuita español aquerenciado argentino
La cita que me sorprendió fue la de Ismael Quiles. Cuando la vi recordé haber leído un libro suyo sobre la filosofía de la religión en mis años de Seminario. Aquí pueden leer algo de su biografía y aquí de su producción literaria.
El Papa lo cita cuando explaya su enseñanza sobre que la unidad prevalece sobre el conflicto. Está en el n° 229:
“Este criterio evangélico nos recuerda que Cristo ha unificado todo en sí: cielo y tierra, Dios y hombre, tiempo y eternidad, carne y espíritu, persona y sociedad. La señal de esta unidad y reconciliación de todo en sí es la paz. Cristo «es nuestra paz» (Ef 2,14).
El anuncio evangélico comienza siempre con el saludo de paz, y la paz corona y cohesiona en cada momento las relaciones entre los discípulos. La paz es posible porque el Señor ha vencido al mundo y a su conflictividad permanente «haciendo la paz mediante la sangre de su cruz» (Col 1,20).
Pero si vamos al fondo de estos textos bíblicos, tenemos que llegar a descubrir que el primer ámbito donde estamos llamados a lograr esta pacificación en las diferencias es la propia interioridad, la propia vida siempre amenazada por la dispersión dialéctica. Con corazones rotos en miles de fragmentos será difícil construir una auténtica paz social”.
La referencia es a su libro Filosofía de la educación personalista. Aquí pueden leer su contenido. (Alguno de estos días les voy a compartir un texto de la obra que yo leí y que habla del proceso concreto de nuestro conocimiento de Dios… es una promesa).
Bueno, ahora me debería referir a los dos teólogos “camuflados”. Pero esto se hizo largo así que lo dejamos para la próxima.