La ciudad estadounidense acogerá el 8º Encuentro Mundial de las Familias del 22 al 27 de septiembre de 2017
Creado en 1994 por el beato Juan Pablo II, el Encuentro Mundial de las Familias busca reforzar los vínculos sagrados de la familia en todo el mundo. Es un acontecimiento de una envergadura extraordinaria que atrae a un público mundial: en Milán, para el séptimo encuentro, estaban representados no menos de 153 países, y un millón de personas participaron en la misa presidida por el Papa.
Una delegación dirigida por el arzobispo de Philadelphia, monseñor Charles J. Chaput, estará en Roma del 24 al 26 de marzo para preparar este próximo encuentro. Para los miembros de la delegación será también la ocasión de reiterar al Papa su deseo de que esté presente entre ellos en Philadelphia.
La Campana de la Libertad, emblema de la ciudad de Philadelphia, ha sido escogida como símbolo para el nuevo Encuentro Mundial de las Familias. Y no es tan sorprendente: porque esta misma campana es la que sonó para reunir a los ciudadanos estadounidenses durante la Declaración de Independencia en 1776. En nuestra sociedad, tan dividida y dispersa, ¿qué mejor símbolo que la campana de una ciudad reconocida por la lucha acérrima por la defesa de los derechos civiles y la libertad religiosa?
El gobernador de Pensilvania, Tom Corbett, expresó su entusiasmo. “Philadelphia es el lugar de nacimiento de la libertad religiosa, y nuestras iglesias, sinagogas y mezquitas son lugares de fe personal y de libertad cívica –declaró-. Pero son nuestras familias las que han hecho grandes estas instituciones y las que son el fundamento de esta libertad”.
Para más información sobre este encuentro mundial de las familias, consultar: www.archphila.org o www.worldmeeting2015.org