Mahmud Traeré salto la valla en 2005: Esta es su historia
Mahmud nació en Casamance, en Senegal. Tenía veinte años cuando se marchó de Dakar en 2002 y tardó tres años en cruzar la frontera en un viaje que le llevó a través del Sahel, el Sáhara, Libia y el Magreb. Finalmente, participó en un asalto colectivo a la frontera de Ceuta en septiembre de 2005 y logró llegar hasta España. En ese asalto murieron 5 inmigrantes por los disparos de la policía marroquí. Hoy vive en Andalucía, donde se formó como carpintero, y sigue haciendo gestiones para regularizar su situación.
Mahmud ha escrito un libro junto con el cronista francés Bruno Le Dantec en el que cuenta toda su experiencia: la salida de su país, la relación entre los inmigrantes, su estancia en el centro de internamiento y su llegada a España. El libro se llama “Partir para contar” y ha sido publicado por la editorial Pepitas de Calabaza.
Tras un periplo de 3 años llegó a la frontera con Ceuta. Allí permaneció un tiempo, hasta que ya no se podía estar; la policía marroquí rompía el campamento una vez tras otra, les llevaba hasta la frontera con Argelia, como le ocurrió a Mahmud en tres ocasiones. Pero volvía una y otra vez. Estaba decidido a saltar. Hasta que llegó el día. El 29 de septiembre de 2005. El día de uno de los asaltos a la frontera más impactantes de los últimos años.
Entonces, en la frontera, había dos vallas paralelas de tres metros de altura. Mahmud formaba parte de la primera oleada de 300 inmigrantes que saltaron aquel día. Lo que vivió ese día le impresionó profundamente, como cuenta en el libro. Mujeres con bebés a su espalda saltando la alambrada y jugándose la vida. El ruido de la ropa desgarrándose, de los cortes en la piel, el miedo, la incertidumbre, y los tiros de los agentes de Marruecos que acabaron con la vida de 5 personas.
9 años después Mahmud es carpintero en Sevilla: “No volvería a repetir después de lo que veo aquí. Mi vida va bien, estoy intentando luchar lo máximo posible. Desde que llegué no bajo los brazos e intento hacer todo lo posible, intentando luchar, informarme y colaborar, no me conviene bajar los brazos”.
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