El cardenal Karper, a quien el Papa elogió recientemente, consideró “insensato” hablar de familia sin escucharlas
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El cardenal Karper, a quien el Papa elogió recientemente, consideró "insensato" hablar de familia sin escucharlas y alentó a convocarlas para que participen tanto de la preparación como de las instancias decisivas. Podrían ocupar cargos en la curia.
Primero citó su libro en público y, después, el Papa Francisco alabó públicamente su quehacer teológico "de rodillas", es decir con misericordia y en contacto con el pueblo. El cardenal Walter Kasper asegura, en una entrevista al Avvenire, el periódico de la conferencia episcopal italiana, que pronto habrá "mujeres presidentes de pontificios consejos" de la Curia roma, donde, a su juicio, sobran obispos y los nombramientos deberían ser temporales.
El cardenal alemán aboga por la corresponsabilidad de los laicos y por una manifiesta sinodalidad. "Hasta ahora, las mujeres han estado presentes en los Sínodos como auditoras y en posiciones de escaso relieve. Me pregunto: ¿Cómo se pueden preparar dos sínodos sobre la familia sin que intervengan in primis también las mujeres? Sin las mujeres, la familia simplemente no existe. Es insensato hablar de familia sin escucharlas. Hay que llenarlas y escucharlas desde ahora, desde la fase preparatoria".
Según el cardenal alemán, uno de los teólogos de referencia del Papa Francisco, "las mujeres tienen que estar presentes en todos los niveles de la vida de la Iglesia, y también en puestos de plena responsabilidad". Y añade: "La Iglesia sin las mujeres es un cuerpo mutilado…Sin ellas muchas parroquias tendrían que cerrar mañana mismo".
Kasper recuerda que, en la Iglesia, la autoridad es servicio y, por lo tanto, no se puede plantear nunca en términos de poder y de clericalismo. Por eso pide a los obispos y sacerdotes qiue "pongan en manos de los laicos el control de los roles de responsabilidad que no exigen el ministerio ordenado". Y advierte de que "el inmovilismo clerical parece que, a veces, tiene miedo de dejar espacio a las mujeres".
El purpurado ve lógica la presencia de las mujeres en los más altos niveles de la Curia, "en los consejos para la familia, para los laicos (recordemos que la mitad de los laicos son mujeres), para la cultura, para las comunicaciones sociales, ara la promoción de la nueva evangelización, entre otros. Es absurdo que en todos estos pontificios consejos no haya presencia femenina de relieve y con responsabilidad plena".
En el ámbito de las propias Congregaciones romanas, Kasper apuesta por integrar a las mujeres como subsecretarias. Por ejemplo, en la de la Educación católica, en la de la Vida Consagrada o en la de la Doctrina de la Fe.
Eso sí, pide a las mujeres que sean llamadas a servir en la Curia que no imiten el modelo masculino de "hacer carrera". Y para evitar el carrerismo curial, Kasper propone nombramientos temporales, por un quinquenio.
Por último, cree el cardenal alemán que no todos los secretarios de los dicasterios "tienen que ser obispos", proque, en la Curia, hay "una altísima concentración de obispos, dedicados a funciones birocráticas, cuando el obispo es un pastor. La consagración episcopal no es un honor, sino un sacramento".
Artículo publicado originalmente por Valores Religiosos