A pesar de formar parte del eje bolivariano, países como la propia Bolivia, Ecuador o Nicaragua se hayan declarado firmes defensores de la vida
Forman parte del eje revolucionario, pero Bolivia mantiene la prohibición del aborto pese a la presión de la ONU, mientras Nicaragua hace lo propio y Ecuador rechaza los abortos, las bodas gay y la ideología de género
A pesar de la presión internacional de expertos de la de la ONU, el aborto continúa siendo ilegal en Bolivia. Así lo ha determinado el Tribunal Constitucional (TC) boliviano al ratificar la legislación nacional que protege al no nacido, poniendo fin al debate abierto entre pro abortistas y defensores de la vida desde el momento de la concepción.
Así, el Alto Tribunal ha dictado sentencia contraria al aborto después de que la organización no gubernamental IPAS cuestionara su prohibición penal. El TC sostiene en su fallo que la vida por nacer debe ser protegida, aunque amplió una excepción en caso de violación y abrió las puertas a la investigación destructiva con embriones y a la píldora del día después.
Cabe recordar que IPAS patrocina la acción directa de inconstitucionalidad contra 13 artículos del Código Penal firmado por la diputada del Movimiento Al Socialismo (MAS), Patricia Mancilla, propone que el aborto en Bolivia sea permitido hasta las 12 semanas de gestación.
El caso fue muy difundido en Bolivia y estuvo pendiente en los tribunales durante dos años. Según informa Catholic Family and Human Rights Institute (C-FAM), se afirma que el presidente Evo Morales intervino en el debate el año pasado diciendo que "cualquier aborto es un delito".
Los argumentos de la Corte para proteger la vida son originales: reafirman antiguas creencias cósmicas indígenas que sostienen que la vida se encuentra en continua perpetuidad, sin principio ni fin; por ende, la constitución boliviana protege todo lo que sea vida o "potencialmente pueda generarla".
En ese sentido, consideran que el aborto libre no debe admitirse jamás, y es un delito en las fases más avanzadas del embarazo.
La presión de la ONU
Hay que resaltar la importancia que para las agrupaciones abortistas ha tenido el hecho de que el Tribunal Constitucional haya hecho caso omiso de las recomendaciones de dos comités de la ONU que año pasado solicitaron a Bolivia que despenalizara el aborto.
Los defensores del derecho internacional al aborto quieren que los tribunales locales revoquen leyes nacionales a partir de recomendaciones de comités de la ONU que supervisan el cumplimiento de los derechos humanos para afirmar que existe una norma internacional consuetudinaria en materia de aborto. Pero, hasta ahora, no han logrado el éxito que buscan.
Solo dos tribunales superiores latinoamericanos han reconocido como perentorias o vinculantes las sugerencias de los comités de supervisión de la ONU en cuanto al aborto: en Colombia y en Argentina. La mayoría de las cortes, entre ellas, las de México, Perú y Chile, se negaron a seguir las recomendaciones de los comités de supervisión de la ONU en materia de aborto.
Eje bolivariano, pero favorable a la vida
Llama la atención que, a pesar de formar parte del eje bolivariano, países como la propia Bolivia, Ecuador o Nicaragua se hayan declarado firmes defensores de la vida.
Hay que recordar que en Nicaragua, por ejemplo, la izquierda radical no perdona a Daniel Ortega que se haya declarado pro vida y se haya acercado a la Iglesia, inspirado por su mujer, que lo ha convertido en un ferviente católico.
A pesar de haber conseguido significativos logros económicos y sociales, Ortega está en el punto de mira de los pro abortistas por haber prohibido el aborto en Nicaragua.
Correa, contra el aborto, el ‘matrimonio’ gay y la ideología de género
Por su parte, el mandatario de Ecuador, Rafael Correa, ha mostrado en varias ocasiones su rechazo al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo, así como a como a la "absurda" y "peligrosísima" ideología de género.
Así lo manifestó el pasado mes de enero en su programa semanal de radio y TV ‘Enlace Ciudadano’, donde criticó a quienes afirman que no existe una diferenciación sexual natural sino que todo es "construcción cultural".
"Que no existe hombre y mujer natural, que el sexo biológico no determina al hombre y a la mujer, sino las ‘condiciones sociales’. Y que uno tiene derecho a la libertad de elegir incluso si uno es hombre o mujer. ¡Vamos, por favor! ¡Eso no resiste el menor análisis!", exclamó entonces Correa.
"Creo en la familia y creo que esta ideología de género, que estas novelerías, destruyen la familia convencional, que sigue siendo y creo que seguirá siendo la base de nuestra sociedad", advirtió. Tres meses antes, Correa incluso había amenazado con dimitir si el Congreso ecuatoriano aprobaba el aborto.
Artículo publicado originalmente por Forum Libertas