Le escribió una larga carta en la que relató su enfermedad y el sufrimiento que ofrecía “por el bien de la Iglesia”El Papa Francisco abrazó, tras la misa este viernes en Santa Marta a Carmela Imbó, madre de Don Fabrizio de Michino, el joven sacerdote de Nápoles,que murió de cáncer de corazón en octubre del año pasado. Don Fabrizio había conocido al Papa Francesco y, concelebrando con él en Santa Marta. Posteriormente le escribió una larga carta en la que relató su enfermedad y el sufrimiento que ofrecía “por el bien de la Iglesia”.
“No le pido a Dios mi curación, sino la fuerza y la alegría de continuar siendo un testimonio verdadero de su amor y un sacerdote según su corazón”, escribía el sacerdote en esta carta, en la que mostraba: “Me estoy alargando demasiado, pero solo quiero decirle que ofrezco al Señor todo esto por el bien de la Iglesia y por Usted de un modo especial, para que el Señor le bendiga siempre y le acompañe en este ministerio de servicio y amor”.
Esta carta tocó el corazón del Pontífice que, después de la muerte de Fabrizio, ha invitado a sus familiares a Santa Marta, especialmente a su madre. La reunión tuvo lugar en la ciudad del Vaticano, después de la celebración de la Misa de las siete: con su madre Carmela, su hermano Fabio y una amigo del seminario Aniello de Luca.
"Le mostramos al Papa la foto de cuando estuvo Fabrizio en Santa Marta y recibió una bendición de él," dice Fabio de Michino, hermano del sacerdote fallecido. “El Papa Francisco me dijo que había recibido la carta, probablemente a través del Cardenal Sepe con quien siempre tuvo una relación muy estrecha. Mamá estaba emocionada. Ella estaba llorando y no podía hablar. El Papa nos ha abrazado y bendecido. Fue una reunión corta pero llena de significado y amor que nunca olvidaremos”.