¿Son los aproximadamente 8 millones de euros que ingresa el monumento la clave de esta polémica?
La Mezquita-Catedral de Córdoba, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984 se encuentra inmersa en una polémica sobre quién debe ser su titular. La petición de una ciudadana particular en Change.org ha despertado las dudas sobre quién debe ser su propietaria: la Iglesia o la ciudad. En ningún momento se duda de su utilización para el culto católico y lo único que está siendo disputado es la titularidad del templo. ¿Quién es el propietario la Junta de Andalucía o la Iglesia Católica? ¿Por qué es tan importante dilucidar esta titularidad?
La petición ha alcanzado más de 75.000 apoyos y solicita que “deje de emplearse institucionalmente sólo el término Catedral para referirse a todo el monumento”; “el reconocimiento jurídico de su titularidad pública”; “la gestión pública y transparente de la Mezquita-Catedral” y “la redacción de un Código de Buenas Prácticas”.
Esta petición ha sido escuchada por la Junta de Andalucía y ha solicitado un informe para ver la posibilidad de que la Junta se apropie la titularidad del recinto que, desde el año 2006 está inmatriculada por parte de la Iglesia y que pasará a ser de manera oficial de su propiedad en el año 2016, cuando pasen 10 años de su inmatriculación.
El dinero de las visitas marca la polémica
El templo seguiría siendo católico sea cual sea la titularidad de la propiedad. Detrás de esta polémica se encontraría el uso y disfrute de los jugosos beneficios que suponen el dinero de las entradas. 8 euros cuesta la entrada a la Mezquita, que multiplicado por el más de millón de personas que visita el lugar ofrecería un botín de 8 millones de euros libres de impuestos, al ser considerado como donativo.
Se da la circunstancia de que esta gestión ordinaria de la Mezquita-Catedral ya quedó rubricada mediante un acuerdo de colaboración entre la Junta y el Obispado de Córdoba en el año 1991. Según este acuerdo, la entidad eclesial aparecía como la “titular” del monumento y la Junta de Andalucía como Administración y responsable de las políticas culturales de Andalucía. En ese convenio se regulaban tanto las intervenciones financiadas por fondos públicos como el uso de las entradas y la gratuidad para los nacidos o residentes en Córdoba. ¿Por qué entonces ahora, en el año 2014 y en plena crisis se cuestiona esta titularidad? ¿Son los aproximadamente 8 millones de euros que ingresa el monumento la clave de esta polémica?
Diversos puntos de vista sobre la polémica
Desde la alcaldía de Córdoba la polémica no existe: “no es un problema para el Ayuntamiento de Córdoba ni el gobierno municipal la titularidad de la Mezquita, no es algo que genere tensión", explicó José Antonio Nieto que resalta que "afortunadamente la Mezquita está en perfectas condiciones, perfectamente atendida, cuidada y abierta a las visitas de cualquiera", de manera que "respetando" como respeta "cualquier otra iniciativa", apostilla que para él "no es una prioridad" dicho debate.
No opina así la Junta de Andalucía, que por parte de su portavoz, Miguel Ángel Vázquez ha indicado que considera que la vía de la titularidad pública es la "correcta", pero manteniendo la gestión que se ha venido realizando hasta ahora por parte de la Iglesia, porque "son compatibles".
Por su parte el Cabildo Catedralicio ha querido dejar claro que “siempre ha mantenido entendimiento y colaboración leal con las Administraciones Públicas, no cuestionándose en ningún momento ni la titularidad ni la gestión del templo”.
“La Iglesia de Córdoba ha cuidado la misión que tiene encomendada en sus tres vertientes esenciales: el culto, la cultura y la caridad. Esta tarea la ha venido desarrollando a lo largo de casi ocho siglos, pública, pacífica e ininterrumpidamente a título de dueño”, explican en un comunicado.
Termina el Cabildo explicando que “mantendrá este espíritu de colaboración con todas las Administraciones Públicas como siempre lo ha hecho, de forma que redunde a favor de los intereses de la ciudad y los cordobeses, los cuales vienen gozando de la entrada gratuita, igual que otros colectivos”.
¿Por qué esta polémica y en este momento?
Es difícil, muy difícil entender porqué la Junta de Andalucía deja entrever que la Iglesia hubiera “robado” la propiedad de la mezquita-catedral cuando ya han pasado 8 años de su inmatriculación a todos los efectos legal y cuya regulación y procedimiento se viene utilizando en edificios de este tipo desde el año 1863.
En ese año la legislación española propone un procedimiento inmatriculador, que permite agilizar el lento proceso burocrático y que afecta a bienes del clero sobre los cuales no hubiese títulos escritos de dominio. Procedimiento utilizado para numerosos templos y aún vigente en la legislación española.
Tras la toma de Córdoba por Fernando III el Santo, el rey restituyó la titularidad del edificio a la Iglesia, ya que la mezquita se había edificado sobre una antigua basílica visigótica del siglo IV. Una ceremonia que legitima la propiedad eclesiástica del edificio y que decidió inmatricularse en el año 2004 para así poder defender en pie de igualdad a otros templos de culto de la Iglesia.
Nunca hasta este momento, y ya han pasado casi 800 años desde que se restituyera como Iglesia la Junta de Andalucía ni ningún gobierno han pedido la titularidad de este templo católico, ante el cual no podrían intervenir en su culto porque atentaría contra la libertad religiosa y los compromisos que recogen los acuerdos de España con la Santa Sede. Se trata de una polémica titularidad donde lo único que realmente interesaría sería el dinero.