La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
El abogado católico disidente y militante de los derechos humanos Lê Quôc Quân, actualmente detenido en una cárcel del norte de Vietnam, se encuentra en huelga de hambre desde el 2 de febrero, después de que los responsables del centro penitenciario le negaran la posibilidad de encontrarse con un sacerdote.
El abogado se encontraría detenido en condiciones extremadamente espartanas: sólo le es permitida la lectura de dos periódicos, el órgano oficial del partido comunista y el de la seguridad pública. Él habría pedido varias veces poder leer la biblia, pero las autoridades siempre lo han rechazado.
Fue condenado el pasado octubre a 30 meses de cárcel y a una elevada multa por un presunto asunto de fraude fiscal. Pero según la agencia de las misiones extranjeras de París Eglises d’Asie, no se trataría más de que una estratagema para hacerle callar. Su proceso de apelación está fijado para el 18 de febrero.
Lê Quôc Quân, informa Radio Vaticano, es poco conocido todavía en Europa, pero se ha convertido en un héroe para toda una generación de vietnamitas en busca de una mayor libertad de expresión.
Este abogado que nunca ha escondido su fe es conocido entre los cristianos por su apoyo a las reivindicaciones de la minoría católica más activa de Vietnam.
“En mi cárcel, estoy en paz y mantengo una fe firme en el futuro de nuestro pueblo. Pienso en vosotros y rezo para que todo el mundo pueda vivir tranquilamente y progresar (···). Me siento en este momento lleno de fe en la bondad, la caridad y la compasión del hombre, y con una fuerte energía para luchar sin tregua contra la crueldad y el mal, por el desarrollo de la conciencia y del corazón”, escribió en un mensaje que logró enviar a sus seguidores el pasado 31 de enero con motivo del nuevo año lunar.
En este mensaje, el abogado no muestra ningún signo de desánimo: “El bien aumentará y el mal disminuirá. La democracia florecerá, la dictadura se encogerá –asegura a todos los que le apoyan en su acción-. La gente sabrá cómo conocer sus objetivos y realizarlos. Nadie tiene derecho ni posibilidad de hacerlo en su lugar”.