Las impactantes prácticas de la brujería siguen asolando familias y comunidades en este país africanoLas Obras Misionales Pontificias de Australia centran la campaña de San Pedro Apóstol, de apoyo a las vocaciones en países de misión, en ayudar a las comunidades de estos países a abandonar la brujería. Con el lema “Ahora reconozco que el Señor es más grande que todos los dioses”, del libro del Éxodo, la campaña de Vocaciones Nativas en Australia apoya la formación de los futuros líderes de la Iglesia en el mundo.
La campaña, que en España se celebrará el 27 de abril, se centra en la Iglesia católica en Uganda, y cómo los sacerdotes y seminaristas locales intentan evitar los efectos devastadores de la brujería. Sin dejar de respetar las culturas y formas de vida tradicionales del pueblo, los cristianos tienen que estar dispuestos a desafiar algunos aspectos de estas culturas que están en oposición directa con los valores del Evangelio. Las impactantes prácticas de la brujería siguen asolando familias y comunidades en Uganda.
Uno de los muchos que intentan luchar contra estas prácticas aplicando amor es el seminarista Anatole Kyammbadde, del seminario mayor de la capital, Kampala, el Seminario de St. Mbaaga. Como él mismo cuenta, la brujería tiene efectos terribles para el pueblo de Uganda. “Las consecuencias de la brujería para familias y comunidades son terribles”, señala. “Las personas que confían en la brujería… abrigan falsas esperanzas, practican sacrificios humanos… lo esperan todo de la brujería”.
Anatole enseña la Palabra de Dios como alternativa a una brujería que él ha sufrido en su propia comunidad. Su amigo de la infancia, Mukiibi, fue sacrificado por su propio padre para apaciguar a los espíritus, ya que se cree que el mayor de los sacrificios atrae la mayor de las bendiciones. A partir de aquel momento, Anatole prometió que dedicaría su vida a ayudar a los ugandeses a abandonar la brujería.
Con el apoyo constante de las Obras Misionales Pontificias, y gracias a sus estudios y a su formación, Anatole y sus compañeros seminaristas están dando apoyo práctico, espiritual y emocional a sus compatriotas. Al hacerlo, esperan ayudarles a encontrar una nueva vida a través de Jesucristo y a que, en su corazón, tengan la certeza de que “el Señor es más grande que todos los dioses”.
El Director Nacional de Obras Misionales Pontificias de Australia, Martin Teulan, explica que la campaña busca preparar a más sacerdotes jóvenes para ayudar a su gente a que abandonen estas destructivas prácticas. Jóvenes que son hombres de su pueblo, que entienden y comprenden la cultura ugandesa y han sido testigos de la brujería y sus creencias desde pequeños.
“En un mundo con escasez de sacerdotes”, dice Teulan, “jóvenes de Uganda son rechazados por falta de fondos. El Seminario de St. Mbaaga necesita noventa y dos nuevas habitaciones, y nuestro apoyo económico hará que estos seminaristas se preparen para poder ayudar al pueblo de Uganda”. Una generosidad que, en el seminario de Anatole, aumentará su capacidad y ayudará a cubrir los gastos del día a día.
Artículo publicado originalmente por ompress