Este domingo se celebra la Campaña Anual de Manos Unidas, que este año tiene como lema: “Un mundo nuevo, proyecto común” y con la que se quiere “animar a lograr una fraternidad universal entre todos los pueblos del planeta que haga posible un desarrollo verdaderamente humano”.
La Campaña, como todos los años se divide en dos jornadas especiales: este viernes 7 de febrero tendrá lugar el “Día del Ayuno Voluntario”; un gesto especial de solidaridad con los “842 millones de personas que sufren el hambre, cada día, en el mundo (12% de la población según FAO” y el domingo 9 de febrero las colectas de las parroquias españolas irán destinadas a esta organización que lucha contra la pobreza y muestra la importancia del compromiso.
Durante la presentación de la campaña la presidenta nacional de Manos Unidas, Soledad Suárez ha destacado que por cuarto año consecutivo las ayudas han decrecido, especialmente las públicas y asegura que Manos Unidas sobrevive gracias a las aportaciones privadas: “Los ingresos provisionales ascendieron a 44,2 millones de euros, de los que el 90% corresponden al sector privado”.
"¿De qué mundo son esos ciudadanos, excluidos por un sistema en el que priman los intereses de unos pocos frente al bien común? ¿De qué mundo son esos millones de seres humanos, a los que el Papa Francisco ha llegado a denunciar que consideramos como ‘desechos', ‘sobrantes'…?", se preguntó Soledad. La respuesta, tristemente, "siempre es la misma: son de un mundo que, desde luego, no tiene nada que ver con el nuestro". Pese a que nosotros vivamos también una crisis. "Nuestras privaciones -señaló- afortunadamente no son comparables a las que padecen millones de personas a los que apoya Manos Unidas con sus proyectos".
Durante la presentación también participaron Óscar Bazoberry, de Bolivia; y Covadonga Orejas, misionera carmelita vedruna, en Tongo y Gabón. Ambos contaron sus experiencias con proyectos financiados por Manos Unidas: "Nunca podríamos hacer nada solos, sino con el esfuerzo de cada uno".
Hoy celebramos a...