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ROMA (Aleteia.org, AP). A la edad de 13 años, al papa Francisco le preocupaban los pobres. El diario del Vaticano L'Osservatore Romano publicó el miércoles una carta del papa Francisco enviada a un compañero sacerdote en la cual le narraba todas las cosas que aprendió durante el sexto grado que estudió en una escuela salesiana en su natal Buenos Aires.
La carta escrita el 20 de octubre de1990 firmada por Bergoglio en Cordoba es dirigida a Cayetano Bruno, amigo salesiano del futuro pontífice. Bergoglio también recuerda en la carta a Enrique Pozzoli, el salesiano amigo de familia que lo bautizó en 1936.
La carta es admirable debido a que el entonces padre Jorge Mario Bergoglio recordaba los nombres de todos sus instructores sacerdotales de cuatro décadas previas. Pero lo más importante es que recordaba lecciones particulares, incluida una noche de octubre de 1949 en la que aprendió sobre la muerte, la noche en que comenzó a decir sus oraciones antes de dormir, lo cual nunca ha dejado de hacer.
Asimismo, revela aspectos privados de la formación del infante Bergoglio como el método de estudio propuesto por sus maestros a través del silencio, la concentración y la mnemotécnica.
El hincha del San Lorenzo confirma en esos años de infancia la oportunidad que tuvo de familiarizarse con la historia del Club de Almagro, profesando su amor por el equipo de barrio que tenía como objetivo alejar a los chicos del ocio.
Pero también recordaba haber aprendido ese año ciertas lecciones de vida sobre compasión, pureza sexual y lo que llamó la "cultura católica" y la importancia de velar por los más necesitados. "Recuerdo haber aprendido en ese lugar a privarme de ciertas cosas y dárselas a las personas más pobres que yo", escribió Bergoglio.
Francisco ha hecho del acercamiento a los pobres y marginados la prioridad de su pontificado, diciendo que la Iglesia debe ser como un "hospital de campo" para los devotos heridos, listo para recibir con misericordia a los más necesitados.
Después de las seis páginas mecanografiadas, Bergoglio agregó otras memorias sobre sus recuerdos salesianos en el Colegio Wilfrid Barón de los Santos Ángeles a Ramos Mejía, Buenos Aíres. Bergoglio dice que su consciencia moral se creó en ese periodo, que señala como una “conciencia humana (social, lúdica, artística) y dice que era todo lo contrario a lo que se pueda pensar erróneamente sea la cultura católica: “fanática o desorientada”.
El Papa escribió la carta en 1990, cuando vivía en Córdoba, durante lo que ha sido descrito por biógrafos como un tipo de exilio después de su difícil cargo de director de la orden de los Jesuitas en Argentina durante la dictadura militar del país y período subsecuente como rector de un seminario jesuita.
La carta fue escrita a un sacerdote salesiano en Argentina para elogiar la educación salesiana que dijo Bergoglio haber recibido en la escuela Wilfred Baron, entre amenazas de que la orden podría entregar algunas de sus escuelas a administradores laicos.
La carta fue descubierta recientemente en los archivos de la orden salesiana en Buenos Aires, y publicada completa el miércoles en el diario del Vaticano.