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La Teología del Pueblo en el Papa Francisco

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Esteban Pittaro - publicado el 28/01/14
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La palabra “pueblo” es utilizada 164 veces en la Evangelii Gaudium: ¿qué entiende el Papa con ella?Desde el 13 de marzo de 2013 la teología argentina ha sido foco de interés como nunca antes lo había sido. El Papa Francisco quizá no haya sido uno de sus ideólogos más importantes, aunque ciertamente ha sido uno de sus intérpretes más salientes mientras vivía en Buenos Aires, y la ha ofrecido al mundo en su exhortación apostólica Evangelii gaudium. 164  veces menciona el Papa la palabra Pueblo; el sustantivo más utilizado de todo el documento. El Papa habla de pueblo de Dios y de pueblo fiel de Dios, como solía usar en Buenos Aires.

El padre jesuita Juan Carlos Scannone (1931), quizá el teólogo argentino más reconocido en el exterior, es uno de los principales puntos de referencia de la teología argentina del pueblo y de la teología latinoamericana en general. El padre Scannone venía trabajando en los últimos meses en un documento sobre la presencia de la escuela argentina y latinoamericana en el magisterio del Papa Francisco, pero la publicación de Evangelii gaudium le obligó a completar su trabajo, “donde aparece clarísimo todo su enfoque”.

Una escuela ni liberal ni marxista

Al repasar junto con el padre Scannone los elementos centrales de la teología del Pueblo, como se denomina a esta corriente teológica argentina, surge casi inmediatamente una aclaración que durante los últimos meses no se ha cansado de profundizar: la relación de la teología argentina con la versión más difundida de la Teología de la Liberación. Ya en los 80, Scannone distinguía cuatro corrientes de la Teología de la Liberación, “dentro de las cuales está la teología argentina del pueblo, pero que nunca de ninguna manera tuvo nada que ver con la marxista”. Su distinción fue presentada por el entonces secretario general del CELAM monseñor Antonio Quarracino, quien luego sería Arzobispo de Buenos Aires.

Los orígenes de esta corriente eclesial que ha estado presente en el rumbo de la Iglesia argentina desde el Concilio, y ha sido muy influyente en las conferencias generales del episcopado latinoamericano, se remontan a la conformación de la Comisión Episcopal para la Pastoral (COEPAL), cuyo líder teológico era el presbítero Lucio Gera, y participaban otros como monseñor Enrique Angelelli, Rafael Tello, Fernando Boasso, y Justino O'Farrell. Este último formaba parte además de las cátedras nacionales de sociología en la Universidad de Buenos Aires, donde se buscaban categorías de comprensión que no sean ni liberales ni marxistas para explicar la historia latinoamericana y argentina, explica Scannone.

Desde la nueva perspectiva, las categorías que explican la historia, sin acudir a categorías liberales o marxistas, “son de tipo histórico cultural, sacadas de la historia y la cultura latinoamericana. La teoría del pueblo es muy de Bergoglio, sobre todo aplicada a Pueblo de Dios”, noción  ya utilizada por el Concilio Vaticano II en Lumen gentium. “La teología del Pueblo la pensaba (a la Iglesia) en diálogo con los pueblos. Y no piensa Pueblo en una forma liberal según la cual pueblo somos los que habitamos en un territorio.” El paso de habitantes a ciudadanos forma parte de la necesaria evolución, aunque no acaba la reflexión. La principal analogía para hablar de Pueblo de Dios, considera Scannone, es la de pueblo nación.
 
Leonardo Boff, explica, dice que la categoría del Pueblo de Dios viene más de la noción de pueblo-clase, o de pueblos como clases populares. En la teología argentina, recuerda Scannone, Boasso lo dice explícitamente: “De hecho en América Latina los  que más conservan la cultura del propio pueblo, los valores del pueblo nación, son los pobres. Y eso es muy típico de Bergoglio también. Siempre va a decir la Nación, pero sobre todo los pobres, los más necesitados. Tanto porque son los más necesitados, y porque son además los que más conservan esa noción de pueblo. (…)”. La analogía que moviliza el pensamiento que inspira al Papa no es la de clase, como indica Boff, sino la de pueblo nación.

La cultura en la Teología del Pueblo

“El pueblo de Dios y los pueblos de la tierra”, indica Scannone, es un tema central para el pensamiento de Gera y para el pensamiento de la Teología del Pueblo, tema al que uno de sus referentes más recientes, p. Carlos Galli, le ha dedicado su tesis doctoral. La cultura juega un rol fundamental en esta reflexión, porque desde la cultura se piensa a ese pueblo, “por eso la importancia que tiene para la Teología del Pueblo la evangelización de la cultura y la inculturación del Evangelio; es una cuestión teológica y pastoral, y eso es muy Bergoglio”.

Siendo Rector del Máximo, recuerda Scannone, Bergoglio organizó un congreso que se hizo en 1985 al que asistieron el cardenal Paul Poupard, muchísimos obispos de América Latina, y teólogos incluso de Asia y África. Y Bergoglio tuvo a su cargo la conferencia inaugural. “Fue la primera vez en América Latina que se hizo un congreso sobre Inculturación del evangelio en la cultura”. Para la teología del Pueblo, explica, “dentro de la cultura es sustancial la religión (…) Por eso la valoración en la Argentina y en América Latina de la religiosidad popular, de la piedad popular”.

“Aunque Bergoglio nunca fue un teólogo, y siempre fue un pastor”, es evidente que se nutría de esta corriente, observa Scannone, quien además recuerda que tras el fallecimiento de Gera, dispuso que éste fuese sepultado en la Catedral de Buenos Aires”.

La universalización de la Piedad popular

Pastoral y teología de la mano era una idea muy propia de Gera y de la Teología del Pueblo. “La teología la elaboran en servicio a la cultura”, explica Scannone, y vuelve sobre la conferencia inaugural de Bergoglio en el congreso en el Máximo, donde era profesor de Teología Pastoral.

“El tema de la Cultura ya estaba en el Concilio. Pero el tema pero el tema de la religiosidad popular llega al Sínodo de la evangelización (1974) a través de obispos latinoamericanos, que ya conocían la teología de la COEPAL y de Gera. Y luego, según Galli, fue sobre todo (Eduardo) Pironio, luego Cardenal, quien hizo de mediación entre el Sínodo y la recepción de ese tema por Pablo VI en Evangelii Nuntiandi, quien lo lleva por primera vez al nivel del magisterio universal. Según esta teoría la noción de Religiosidad Popular, o Piedad Popular, nació en la Argentina, y es retomada por el Papa a través del Sínodo, y lo que hace Puebla es aplicar el Evangelii nuntiandi (1975)a América Latina”, explica el padre jesuita.

Los que dejan una huella en el pensamiento del Papa

Lucio Gera es quizá el teólogo más importante de quienes han marcado la escuela de la Teología del Pueblo tan presente en el pensamiento del Papa Francisco. No es tan reconocido en el exterior como Scannone, también decisivo, y no es tan citado porque, como recuerda el sacerdote jesuita, no escribía tanto, “no porque le costara pensar, sino por lo perfeccionista”.

También es evidente el reconocimiento del Papa Francisco a monseñor Víctor Fernández, citado por el Papa en la Evangelii gaudium, a quien consultaba mucho estando en Buenos Aires.

Y aunque el Papa no lo cite explícitamente en la exhortación, monseñor Enrique Angelelli, obispo argentino muerto durante la última dictadura militar en dudosos acontecimientos también está presente en la Evangelii gaudium. “El predicador necesita también poner un oído en el pueblo, para descubrir lo que los fieles necesitan escuchar. Un predicador es un contemplativo de la Palabra y también un contemplativo del pueblo”, dice Francisco en el punto 154, evocando al “un oído en el pueblo y otro en el Evangelio”, del recordado prelado.

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